Dos Primeras Damas emparentadas

Published: March 8, 2021, 3 p.m.

(Día Internacional de la Mujer)

Si bien durante la época de la Independencia de América Latina hubo hombres como Simón Bolívar, Antonio José de Sucre y Juan José Flores que llegaron a ser los primeros presidentes de los pueblos a los que liberaron, a la par hubo mujeres que se distinguieron como sus primerísimas Primeras Damas. Sin embargo, muchos no distinguen ni a la de Flores ni a la de Sucre, y muy pocos saben qué tuvo que ver la una, Mercedes Jijón de Vivanco, con la otra, Mariana Carcelén de Guevara.

Mercedes se casó con el general Flores a los tiernos trece años de edad, siendo él diez años mayor. La boda se celebró en la Iglesia del Sagrario de Quito, y la recepción en los salones del Palacio de Carondelet, sede del gobierno y residencia oficial del presidente de la República del Ecuador. Según la trama de la novela histórica de la escritora ecuatoriana Tania Roura, titulada Mariana Carcelén: Una historia en el estrado, Mariana asistió a la boda y, en la recepción, «ocupó el lugar que le correspondía... junto a los recién casados [porque] para algo era, además de Marquesa [de Solanda y de Villarocha], la futura esposa de Sucre, y su madre, Teresa Larrea y Jijón, tía de la novia».1 Pero Flores no fue nombrado el primer presidente del Ecuador sino hasta más de cinco años después, de modo que Mercedes no llegó a ser la Primera Dama sino hasta ya cumplidos los diecinueve años... y luego los veintisiete años... y finalmente los treinta y dos años, ya que ejerció tres períodos como tal. Mercedes y Juan José tuvieron nada menos que trece hijos, uno de los cuales llegó también a ser presidente del Ecuador.2

Mariana, así mismo, se casó con el mariscal Sucre siendo él diez años mayor, sólo que ella ya tenía entonces veintidós años. Y su boda se celebró también en la Catedral de Quito. Pero si bien «estaba repleta» de invitados, el novio «brillaba por su ausencia». Sucre no podía desatender su cargo como Presidente de Bolivia, así que había enviado un poder judicial al general Vicente Aguirre para que lo representara en la ceremonia nupcial. Habían transcurrido seis años desde la propuesta de matrimonio, pero hacía sólo dos días que él había sido herido en un motín allá en Chuquisaca. De ahí que el mariscal le escribiera a su nueva esposa: «¡Por poco te casas con un muerto!», y que, a causa de su posterior renuncia como primer mandatario, Mariana fuera la Primera Dama durante sólo tres meses y medio. Trágicamente, no tuvo con Sucre más que una hija, de quien Mercedes fue madrina en su bautizo, antes de que aquel Gran Mariscal de Ayacucho fuera asesinado por sus enemigos políticos... después de sólo dos años de matrimonio.3

Gracias a Dios, a diferencia de nosotros, Él sí sabe quiénes somos todos y con quiénes tenemos vínculos familiares, ya seamos mujeres u hombres, admirados o desconocidos. Su Hijo Jesucristo dijo que ¡nuestro Padre celestial sabe hasta cuántos cabellos tenemos en la cabeza!4 Pero conste que lo que más le importa es que tengamos el vínculo familiar con Él por el que fue inmolado su único Hijo, al permitir que nos adopte como hijos suyos, con todos los derechos y privilegios correspondientes.5

Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net


1 Tania Roura, Mariana Carcélen: Una Historia en el estrado (Quito: Editorial Carishina, 2007), Edición Kindle: Loc. 670-71 de 5172.
2 Rodolfo Aguado Cantero y Jorge Álvarez Fernández, Juan José Flores: El fundador de Ecuador (Madrid: Ediciones Anaya, 1988), pp. 27-28.
3 Roura, Loc. 1442-1505 de 5172; Wikipedia, s.v. «Mariana Carcelén» <https://es.wikipedia.org/wiki/Mariana_Carcel%C3%A9n > En línea 21 septiembre 2020; Wikipedia, s.v. «Mercedes Jijón» <https://es.wikipedia.org/wiki/Mercedes_Jij%C3%B3n> En línea 21 septiembre 2020.
4 Mt 10:30
5 Jn 1:12; 3:16; Ro 8:15-17; Gá 4:4-7; Ef 1:4-5; 1Jn 3:1-2