Con ternura e ingenio, Halla Tómasdóttir relata cómo le ganó el pulso al sesgo informativo, cambió el tono del debate político y sorprendió al país entero al postularse como presidenta de Islandia, inspirando en el proceso a una generación futura de líderes. “Si podemos verlo, podemos serlo”, dice. “Es importante que las mujeres se candidaten para ocupar cargos públicos”.