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Meditaci\\xf3n del Evangelio seg\\xfan San Lucas 24, 13-35
\\npor el biblista P. Norberto Padilla, misionero claretiano.

Lo reconocieron al partir el pan. Mi\\xe9rcoles de la 8va de Pascua.
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\\nCanci\\xf3n: Por el Camino de Ema\\xfas, de Yocaty Reyes

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Lectura del santo evangelio seg\\xfan san Lucas 24, 13-35

Dos disc\\xedpulos de Jes\\xfas iban andando aquel mismo d\\xeda, el primero de la semana, a una aldea llamada Ema\\xfas, distante a dos leguas de Jerusal\\xe9n; iban comentando todo lo que hab\\xeda sucedido. Y mientras conversaban y discut\\xedan, Jes\\xfas en persona se acerc\\xf3 y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. 

\\xc9l les dijo: "\\xbfQu\\xe9 conversaci\\xf3n es esa que traen mientras van de camino?" Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleof\\xe1s, le replic\\xf3: "\\xbfEres t\\xfa el \\xfanico forastero de Jerusal\\xe9n, que no sabes lo que ha pasado all\\xed estos d\\xedas?" \\xc9l les pregunt\\xf3: "\\xbfQu\\xe9?" Ellos le contestaron: "Lo de Jes\\xfas de Nazaret, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; como lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esper\\xe1bamos que \\xe9l fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace ya dos d\\xedas que sucedi\\xf3 esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de ma\\xf1ana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que hab\\xedan visto una aparici\\xf3n de \\xe1ngeles, que les hab\\xedan dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron tambi\\xe9n al sepulcro y lo encontraron como hab\\xedan dicho las mujeres; pero a \\xe9l no lo vieron." 

Entonces Jes\\xfas les dijo: "Qu\\xe9 necios y torpes son para creer lo que anunciaron los profetas! \\xbfNo era necesario que el Mes\\xedas padeciera esto para entrar en su gloria?" Y, comenzando por Mois\\xe9s y siguiendo por los profetas, les explic\\xf3 lo que se refer\\xeda a \\xe9l en toda la Escritura. Ya cerca de la aldea donde iban, \\xe9l hizo adem\\xe1n de seguir adelante; pero ellos le apremiaron, diciendo: "Qu\\xe9date con nosotros, porque atardece y el d\\xeda va de ca\\xedda." Y entr\\xf3 para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tom\\xf3 el pan, pronunci\\xf3 la bendici\\xf3n, lo parti\\xf3 y se lo dio. A ellos se le abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero \\xe9l desapareci\\xf3. Ellos comentaron: "\\xbfNo ard\\xeda nuestro coraz\\xf3n mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?" Y, levant\\xe1ndose al momento, se volvieron a Jerusal\\xe9n, donde encontraron reunidos a los Once con sus compa\\xf1eros, que estaban diciendo: "Era verdad, ha resucitado el Se\\xf1or y se ha aparecido a Sim\\xf3n." Y ellos contaron lo que les hab\\xeda pasado por el camino y c\\xf3mo lo hab\\xedan reconocido al partir el pan.

Palabra del Se\\xf1or... Gloria a ti, Se\\xf1or Jes\\xfas

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M\\xfasica de introducci\\xf3n: L\\xe1mpara Es Tu Palabra, de Ain Karem