Antigua Enseñanza Rosa-Cruz

Published: April 21, 2019, 10:32 a.m.

Un joven fue a ver un sabio cierto día y le preguntó: señor, ¿qué debo hacer para
convertirme en un sabio? El sabio no contestó. El joven, después de haber repetido su
pregunta cierto número de veces con parecido resultado, lo dejó y volvió al siguiente día con la misma demanda. No obtuvo tampoco contestación alguna, y entonces volvió por
tercera vez y repitió su pregunta: señor, ¿qué debo hacer para convertirme en un sabio?
Finalmente el sabio lo atendió y se dirigió a un río que por allí corría. Entro en el
agua llevando al joven de la mano. Cuando alcanzaron cierta profundidad, el sabio se apoyó en los hombros del joven y lo sumergió en el agua, a pesar de sus esfuerzos para desasirse de él. Al fin lo dejó salir, y cuando el joven hubo recuperado el aliento, el sabio
interrogó:
– Hijo mío, cuando estabas bajo el agua, ¿que era lo que más deseabas?
Sin vacilar contestó el joven: aire, quería aire.
– ¿No hubieras preferido mejor riquezas, laceres, poderes o amor? ¿No pensaste en ninguna de esas cosas?
– No señor, deseaba aire y solo pensaba en el aire que me faltaba –fue la
inmediata respuesta.
– Entonces –dijo el sabio– para convertirte en un sabio debes desear la sabiduría
con la misma intensidad conque deseabas el aire. Debes luchar por ella y excluir todo otro fin de tu vida. Debe ser tu sola y única aspiración, día y noche. Si buscas la sabiduría con ese fervor, seguramente te convertirás en un sabio.