¿Somos nosotros quienes elegimos a Dios o es Dios quien nos elige a nosotros? ¿Quién elige a quién? La Palabra de Jesús nos responde: «No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca».