Domingo XXXI semana del Tiempo Ordinario, ciclo A

Published: Nov. 5, 2017, 1:16 p.m.

b'Primera lectura Lectura de la profec\\xeda de Malaqu\\xedas (1,14\\u20132,2b.8-10): \\xabYo soy el Gran Rey, y mi nombre es respetado en las naciones \\u2013dice el Se\\xf1or de los ej\\xe9rcitos\\u2013. Y ahora os toca a vosotros, sacerdotes. Si no obedec\\xe9is y no os propon\\xe9is dar gloria a mi nombre \\u2013dice el Se\\xf1or de los ej\\xe9rcitos\\u2013, os enviar\\xe9 mi maldici\\xf3n. Os apartasteis del camino, hab\\xe9is hecho tropezar a muchos en la ley, hab\\xe9is invalidado mi alianza con Lev\\xed \\u2013dice el Se\\xf1or de los ej\\xe9rcitos\\u2013. Pues yo os har\\xe9 despreciables y viles ante el pueblo, por no haber guardado mis caminos, y porque os fij\\xe1is en las personas al aplicar la ley. \\xbfNo tenemos todos un solo padre? \\xbfNo nos cre\\xf3 el mismo Se\\xf1or? \\xbfPor qu\\xe9, pues, el hombre despoja a su pr\\xf3jimo, profanando la alianza de nuestros padres?\\xbb Palabra de Dios Salmo Sal 130,1.2.3 R/.\\xa0Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Se\\xf1or Se\\xf1or, mi coraz\\xf3n no es ambicioso,\\xa0 ni mis ojos altaneros;\\xa0 no pretendo grandezas\\xa0 que superan mi capacidad.\\xa0R/. Sino que acallo\\xa0 y modero mis deseos,\\xa0 como un ni\\xf1o\\xa0 en brazos de su madre.\\xa0R/. Espere Israel en el Se\\xf1or\\xa0 ahora y por siempre.\\xa0R/. Segunda lectura Lectura de la primera carta del ap\\xf3stol san Pablo a los Tesalonicenses (29,7b-9.13): Os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos. Os ten\\xedamos tanto cari\\xf1o que dese\\xe1bamos entregaros no s\\xf3lo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os hab\\xedais ganado nuestro amor. Recordad si no, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando d\\xeda y noche para no serle gravoso a nadie, proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios. \\xc9sa es la raz\\xf3n por la que no cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir la palabra de Dios, que os predicamos, la acogisteis no como palabra de hombre, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece operante en vosotros los creyentes. Palabra de Dios Evangelio Lectura del santo evangelio seg\\xfan san Mateo (23,1-12): En aquel tiempo, Jes\\xfas habl\\xf3 a la gente y a sus disc\\xedpulos, diciendo: \\xabEn la c\\xe1tedra de Mois\\xe9s se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hag\\xe1is lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos l\\xedan fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no est\\xe1n dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dej\\xe9is llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llam\\xe9is padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dej\\xe9is llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros ser\\xe1 vuestro servidor. El que se enaltece ser\\xe1 humillado, y el que se humilla ser\\xe1 enaltecido.\\xbb Palabra del Se\\xf1or'