Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario, ciclo A

Published: Oct. 15, 2017, 4:31 p.m.

b'Primera lectura Lectura del libro de Isa\\xedas (25,6-10a): Aquel d\\xeda, el Se\\xf1or de los ej\\xe9rcitos preparar\\xe1 para todos los pueblos, en este monte, un fest\\xedn de manjares suculentos, un fest\\xedn de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos. Y arrancar\\xe1 en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el pa\\xf1o que tapa a todas las naciones. Aniquilar\\xe1 la muerte para siempre. El Se\\xf1or Dios enjugar\\xe1 las l\\xe1grimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejar\\xe1 de todo el pa\\xeds. Lo ha dicho el Se\\xf1or. Aquel d\\xeda se dir\\xe1: \\xabAqu\\xed est\\xe1 nuestro Dios, de quien esper\\xe1bamos que nos salvara; celebremos y gocemos con su salvaci\\xf3n. La mano del Se\\xf1or se posar\\xe1 sobre este monte.\\xbb Palabra de Dios Salmo Sal 22, 1-6 R/.\\xa0Habitar\\xe9 en la casa del Se\\xf1or por a\\xf1os sin t\\xe9rmino El Se\\xf1or es mi pastor, nada me falta:\\xa0 en verdes praderas me hace recostar;\\xa0 me conduce hacia fuentes tranquilas\\xa0 y repara mis fuerzas.\\xa0R/.\\xa0 Me gu\\xeda por el sendero justo,\\xa0 por el honor de su nombre.\\xa0 Aunque camine por ca\\xf1adas oscuras,\\xa0 nada temo, porque t\\xfa vas conmigo:\\xa0 tu vara y tu cayado me sosiegan.\\xa0R/.\\xa0 Preparas una mesa ante m\\xed,\\xa0 enfrente de mis enemigos;\\xa0 me unges la cabeza con perfume,\\xa0 y mi copa rebosa.\\xa0R/.\\xa0 Tu bondad y tu misericordia me acompa\\xf1an\\xa0 todos los d\\xedas de mi vida,\\xa0 y habitar\\xe9 en la casa del Se\\xf1or\\xa0 por a\\xf1os sin t\\xe9rmino.\\xa0R/. Segunda lectura Lectura de la carta del ap\\xf3stol san Pablo a los Filipenses (4,12-14.19-20): S\\xe9 vivir en pobreza y abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: la hartura y el hambre, la abundancia y la privaci\\xf3n. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mi tribulaci\\xf3n. En pago, mi Dios proveer\\xe1 a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su espl\\xe9ndida riqueza en Cristo Jes\\xfas. A Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los siglos. Am\\xe9n. Palabra de Dios Evangelio Lectura del santo evangelio seg\\xfan san Mateo (22,1-14): En aquel tiempo, de nuevo tom\\xf3 Jes\\xfas la palabra y habl\\xf3 en par\\xe1bolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: \\xabEl reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mand\\xf3 criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvi\\xf3 a mandar criados, encarg\\xe1ndoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo est\\xe1 a punto. Venid a la boda." Los convidados no hicieron caso; uno se march\\xf3 a sus tierras, otro a sus negocios; los dem\\xe1s les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey mont\\xf3 en c\\xf3lera, envi\\xf3 sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda est\\xe1 preparada, pero los convidados no se la merec\\xedan. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontr\\xe9is, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llen\\xf3 de comensales. Cuando el rey entr\\xf3 a saludar a los comensales, repar\\xf3 en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, \\xbfc\\xf3mo has entrado aqu\\xed sin vestirte de fiesta?" El otro no abri\\xf3 la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. All\\xed ser\\xe1 el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.\\xbb Palabra del Se\\xf1or'