Domingo IV Tiempo de Pascua - C

Published: May 12, 2019, 12:29 p.m.

b'Cuarto domingo de Pascua Ciclo C \\xa0 PRIMERA LECTURA Sabed que nos dedicamos a los gentiles. Lectura del libro de los Hechos de los ap\\xf3stoles 13, 14. 43-52 En aquellos d\\xedas, Pablo y Bernab\\xe9 desde Perge siguieron hasta Antioqu\\xeda de Pisidia; el s\\xe1bado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Muchos jud\\xedos y pros\\xe9litos practicantes se fueron con Pablo y Bernab\\xe9, que siguieron hablando con ellos, exhort\\xe1ndolos a ser fieles a la gracia de Dios. El s\\xe1bado siguiente, casi toda la ciudad acudi\\xf3 a o\\xedr la palabra de Dios. Al ver el gent\\xedo, a los jud\\xedos les dio mucha envidia y respond\\xedan con insultos a las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernab\\xe9 dijeron sin contemplaciones: \\xabTen\\xedamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechaz\\xe1is y no os consider\\xe1is dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. As\\xed nos lo ha mandado el Se\\xf1or: "Yo te har\\xe9 luz de los gentiles, para que lleves la salvaci\\xf3n hasta el extremo de la tierra"\\xbb. Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Se\\xf1or; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron. La palabra del Se\\xf1or se iba difundiendo por toda la regi\\xf3n. Pero los jud\\xedos incitaron a las se\\xf1oras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecuci\\xf3n contra Pablo y Bernab\\xe9 y los expulsaron del territorio. Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. Los disc\\xedpulos quedaron llenos de alegr\\xeda y de Esp\\xedritu Santo. Palabra de Dios. \\xa0 Salmo responsorial: Salmo 99, 2. 3. 5 (R.: 3c) R.\\xa0Somos su pueblo y ovejas de su reba\\xf1o. O bien: R.\\xa0Aleluya. Aclama al Se\\xf1or, tierra entera, servid al Se\\xf1or con alegr\\xeda, entrad en su presencia con v\\xedtores.\\xa0R. Sabed que el Se\\xf1or es Dios: que \\xe9l nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su reba\\xf1o.\\xa0R. \\xabEl Se\\xf1or es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades\\xbb.\\xa0R. \\xa0 SEGUNDA LECTURA El Cordero ser\\xe1 su pastor, y los conducir\\xe1 hacia fuentes de aguas vivas. Lectura del libro del Apocalipsis 7, 9. 14b-17 Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podr\\xeda contar, de toda naci\\xf3n, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y uno de los ancianos me dijo: \\u2014\\xab\\xc9stos son los que vienen de la gran tribulaci\\xf3n: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. Por eso est\\xe1n ante el trono de Dios, d\\xe1ndole culto d\\xeda y noche en su templo. El que se sienta en el trono acampar\\xe1 entre ellos. Ya no pasar\\xe1n hambre ni sed, no les har\\xe1 da\\xf1o el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que est\\xe1 delante del trono ser\\xe1 su pastor, y los conducir\\xe1 hacia fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugar\\xe1 las l\\xe1grimas de sus ojos\\xbb. Palabra de Dios. \\xa0 Aleluya Jn 10, 14 Yo soy el buen Pastor \\u2014dice el Se\\xf1or\\u2014, y conozco mis ovejas, y las m\\xedas me conocen. \\xa0 EVANGELIO Yo doy la vida eterna a mis ovejas. \\xa0Lectura del santo evangelio seg\\xfan san Juan 10, 27-30 En aquel tiempo, dijo Jes\\xfas: \\xabMis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecer\\xe1n para siempre, y nadie las arrebatar\\xe1 de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno\\xbb. Palabra del Se\\xf1or.'