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Por unos días Pedro Arana Urionabarrenechea ha regresado a Durango, la villa desde la que en 1954 partieron su madre y su padre rumbo a Argentina. Fueron a trabajar a la Euskal Etxea ‘Laurak Bat’ de Buenos Aires, la más antigua del país, y allí mismo nació Pedro. Dispuesto a aprovechar el viaje a Euskal Herria al máximo, el pasado miércoles se desplazaba hasta la sede de Lehendakaritza en Vitoria-Gasteiz para entregar en mano la documentación necesaria para que el grupo 'Baskos de la Confluencia' pase a formar parte del Registro de Euskal Etxeak del Gobierno Vasco. Este lunes se acercaba hasta los estudios de Onda Vasca con un libro bajo el brazo "Txalaparta, cosas de vascos", un libro en el que Pedro Arana demuestra su amor por Euskal Herrria y su interés por divulgar la cultura vasca.