Atlas Etnográfico de Vasconia: Primera Comunión

Published: May 29, 2020, 1:31 p.m.

Mayoritariamente en localidades de Gipuzkoa e Iparralde se ha constatando la tradición de hacer dos comuniones: la privada (komunio txikia), que tenía lugar a los 7 años, y la solemne (komunio handia) que se realizaba entre los 12 y 14 años. En Ezkio, una vez cumplida esta última obligación era habitual que los niños abandonasen la escuela para incorporarse de lleno al mundo laboral. La comunión tenía, por tanto, la consideración de un rito de paso. Algunos empezaban a ir de criados o criadas a otros caseríos o a otros pueblos. En Zerain comentan que una vez pasado el rito formaban parte del grupo de los jóvenes con sus derechos y obligaciones. Y en Berastegi los informadores cuentan que ya los chicos empezaban a vestir pantalones largos, y les decían "orain gizon egin zara". A comienzos de siglo, la comida de ese día en casa apenas difería de la ordinaria, si acaso se reforzaba el postre. Como en muchos casos la comunión se hacía temprano, fue costumbre hacer una chocolatada con galletas o bizcochos, después de la ceremonia religiosa. A veces lo hacían en casa, en compañía de los familiares y algunos niños de la vecindad. Y otras veces, la hacían en el pórtico de la iglesia o en la escuela, conjuntamente con el resto de los niños que habían comulgado. Pero esa era la única celebración. Como anécdotas curiosas, en el pueblo de Ahedo del Valle Carranza se ha recogido que el día que había primeras comuniones, los niños iban de casa cada uno con su taza y un trozo de pan. Y los comulgantes tomaban chocolate en la sacristía y el resto de los niños en el pórtico. En Obanos daban chocolate a las chicas y ajo arriero a los niños. Estas son algunas de las cuestiones desveladas por Akaitze Kamiruaga, de Labayru Fundazioa, en una nueva entrega del Atlas Etnográfico de Vasconia.