b'No hay lugar como el hogar. Como cristianos, nuestro verdadero hogar est\\xe1 en el cielo. Es la ciudad de Dios. En este serm\\xf3n, el Pastor Francisco L\\xf3pez brevemente reflexiona sobre su vida como inmigrante en los EE.UU. y nos anima a poner los ojos en nuestra verdadera patria.
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\\nHebreos 11:13-16 (Reina-Valera 1960)
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\\n13 Conforme a la fe murieron todos \\xe9stos sin haber recibido lo prometido, sino mir\\xe1ndolo de lejos, y crey\\xe9ndolo, y salud\\xe1ndolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
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\\n14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria;
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\\n15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente ten\\xedan tiempo de volver.
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\\n16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se averg\\xfcenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.'