¿Por qué hay que ser peligroso para ser buena persona? ¿es lo mismo manso que impotente?

Published: April 27, 2023, 10:01 p.m.

¿Por qué hay que ser peligroso para ser buena persona? La idea de que hay que ser peligroso para ser buena persona puede parecer contradictoria a primera vista. ¿No se supone que una buena persona es alguien que actúa con integridad y compasión, alguien que trata a los demás con respeto y busca hacer el bien en el mundo? Sin embargo, hay una verdad importante detrás de esta aparente paradoja. En muchos casos, ser una buena persona significa ser valiente y tomar riesgos, incluso si eso implica enfrentar peligros o desafiar las normas establecidas. Para ilustrar esta idea, exploraremos algunas de las formas en que la peligrosidad puede ser una virtud. La peligrosidad puede ser necesaria para proteger a los vulnerables A menudo, las personas más vulnerables de nuestra sociedad son las que más necesitan protección. Ya sea que se trate de niños, ancianos, personas con discapacidades o cualquier otro grupo vulnerable, a menudo necesitan que otros intervengan en su nombre para garantizar su seguridad y bienestar. En muchos casos, esta intervención puede ser peligrosa. Por ejemplo, un niño que está siendo intimidado puede necesitar que un adulto intervenga para protegerlo. Este adulto puede enfrentar la ira del matón o incluso el riesgo físico si decide intervenir. Sin embargo, si no se interviene, el niño seguirá siendo víctima de la intimidación y su seguridad y bienestar estarán en riesgo. Ser peligroso en este caso significa estar dispuesto a asumir estos riesgos para proteger a los vulnerables. Una persona que se preocupa por los demás y está dispuesta a tomar medidas para protegerlos, incluso si eso significa ponerse en peligro, es una buena persona. La peligrosidad puede ser necesaria para defender la verdad En nuestra sociedad, a menudo se valora la verdad y la integridad. Sin embargo, defender la verdad puede ser peligroso. En muchos casos, la verdad va en contra de lo que la mayoría de la gente cree o lo que se considera socialmente aceptable. Si alguien decide defender la verdad, puede enfrentar la ira y el rechazo de los demás. Por ejemplo, un periodista que investiga una historia controvertida y descubre que una figura pública importante ha cometido un delito puede enfrentar el riesgo de represalias por parte del público o del infractor. Sin embargo, si el periodista no defiende la verdad, puede perpetuar una mentira y engañar al público. Ser peligroso en este caso significa estar dispuesto a enfrentar estos riesgos para defender la verdad y la integridad. Una persona que está dispuesta a arriesgar su reputación o incluso su seguridad para defender la verdad es una buena persona. La peligrosidad puede ser necesaria para hacer el bien en el mundo A menudo, las personas más exitosas en la vida son aquellas que están dispuestas a tomar riesgos y enfrentar desafíos. Esto se aplica no solo a los negocios y la carrera, sino también al bienestar social