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El viernes 11 de junio, el presidente Guillermo Lasso anunci\\xf3 la firma de un contrato para adquirir vacunas contra la COVID-19 al laboratorio chino, CanSino. A diferencia de las otras vacunas disponibles en Ecuador, las vacunas CanSino requieren una sola dosis y servir\\xe1n para inocular a 6 millones de personas. El gobierno nacional fortalece as\\xed el stock de vacunas disponibles en un futuro cercano, sin embargo, \\xbfes suficiente para cumplir su meta de vacunar 9 millones en 100 d\\xedas?   Una arista del debate alrededor de las metas del plan de vacunaci\\xf3n supone la escasez de vacunas disponibles en el mundo. Los datos son reveladores: solo 15 de los 193 pa\\xedses reconocidos por la ONU tienen capacidad de producir vacunas y solo 8 de estos pueden producir al menos dos de las vacunas aprobadas por agencias sanitarias nacionales o el mecanismo COVAX. A la fecha, de los pa\\xedses latinoamericanos solo M\\xe9xico y Argentina pertenecen al dilecto club de los 15. Por otro lado, el 85% de las vacunas inoculadas a junio del 2021 est\\xe1n concentradas en los pa\\xedses de altos ingresos. Al ritmo actual, tomar\\xeda 57 a\\xf1os inmunizar a la poblaci\\xf3n mundial.      Pocos actores se han atrevido a cuestionar el sentido pol\\xedtico de esta escasez. A inicios de a\\xf1o, varios pa\\xedses, liderados por Sud\\xe1frica e India abogaron en el seno de la Organizaci\\xf3n Mundial de Comercio por la liberaci\\xf3n de las patentes de las vacunas COVID-19. La iniciativa no tuvo respaldo suficiente. Ecuador y Brasil, el epicentro de la pandemia en el continente, votaron en contra de esta iniciativa. La campa\\xf1a #LiberenLasPatentes sigue activa y tuvo el espaldarazo del presidente Biden en mayo reciente. 

 La liberaci\\xf3n de las patentes de las vacunas, sin embargo, resultar\\xeda insuficiente sin desandar el complejo regulatorio que limita la acci\\xf3n de los Estados no centrales. Liberar las patentes sin la maquinaria y acceso a capacitaci\\xf3n a personal sanitario podr\\xeda, no solo quedarse en la an\\xe9cdota sino ser un desperdicio de recursos. Por otro lado, son escasas las iniciativas conjuntas de pa\\xedses de la regi\\xf3n para poner a disposici\\xf3n y aumentar las capacidades productivas para la vacunaci\\xf3n. Aunque err\\xe1tico, la colaboraci\\xf3n entre Argentina y M\\xe9xico para la producci\\xf3n de AstraZ\\xe9neca, ser\\xeda la excepci\\xf3n.  

  Si a esto se a\\xf1aden los argumentos de la supuesta superioridad tecnol\\xf3gica de Estados Unidos y la vacuna Pfizer y la oposici\\xf3n a la vacunaci\\xf3n universal, se refuerzan patrones racistas y conspirativos, que en el corto plazo complicar\\xeda alcanzar metas de inmunidad colectiva y en el largo plazo refuerzan la poca inversi\\xf3n en I+D, que refuerza la condici\\xf3n de dependencia en materia tecnol\\xf3gica de los pa\\xedses latinoamericanos. 

  En ese contexto las interrogantes son varias: \\xbfde qui\\xe9nes y para quienes son las vacunas? \\xbfInteresar\\xeda que haya vacunas nacionales o regionales en mediano plazo? \\xbfHay "superioridad tecnol\\xf3gica" de las vacunas estadounidenses y europeas por sobre rusas, chinas y latinoamericanas? \\xbfQu\\xe9 lugar ocupa la gesti\\xf3n privada en el proceso de vacunaci\\xf3n? Esto y m\\xe1s en Frente Radiosa.  

 \\xa1Bienvenidas y bienvenidos!