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Como en toda lid electoral, los resultados obtenidos el pasado 7 de febrero nos obligan a cuestionarnos sobre los grandes ganadores y perdedores de la contienda. A pesar de los m\\xfaltiples ataques a la vida pol\\xedtica de su organizaci\\xf3n, el candidato de la Revoluci\\xf3n Ciudadana, Andr\\xe9s Arauz, obtuvo un holgado primer lugar con m\\xe1s del 32% de los votos, sin embargo ello no le alcanza para ganar en primera vuelta. En t\\xe9rminos territoriales, el m\\xe1s importante avance es el crecimiento en votaci\\xf3n en Guayas, Los R\\xedos, Esmeraldas, la confirmaci\\xf3n de Manab\\xed como basti\\xf3n, sin embargo retrocede notablemente en Pichincha y Azuay. En la AN, la alianza UNES se aproximar\\xeda a los 50 curules y se consolida as\\xed como la primera minor\\xeda.
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\\nPor su parte, Guillermo Lasso y Yaku P\\xe9rez disputan muy de cerca el segundo lugar en medio de apresuradas denuncias de fraude y amenazas de movilizaci\\xf3n por parte del MIE, e igualmente r\\xe1pidos acuerdos a nivel de candidatos para llamar a un reconteo con horizontes de apoyo mutuo en segunda vuelta; acuerdo al que se sumar\\xeda, Xavier Hervas, quien obtuvo casi 16% de los votos y ha dejado entrever que apoyar\\xe1 un pacto de gobernabilidad para impedir el retorno del corre\\xedsmo.
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\\nDe confirmarse la tendencia actual, Lasso ser\\xe1 quien pase a segunda vuelta. Ello no quita que el actual modelo neoliberal-autoritario, del cual es figura, sea el gran perdedor de las elecciones. La gran alianza de las derechas ecuatorianas puja voto a voto para bordear los 20 puntos, mientras que en 2017 -aunque por separado- CREO y PSC alcanzaron el 44% de los votos. Asimismo, la p\\xe9rdida en el n\\xfamero de curules de las dos fuerzas es evidencia de su retroceso. Parece evidente que la mayor parte de la ciudadan\\xeda los castiga por su cercan\\xeda al gobierno de Moreno.
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\\nAs\\xed las cosas, la energ\\xeda parece confluir hacia un centro compuesto por los electores de Hervas y Yaku que -m\\xe1s all\\xe1 de las declaraciones y endosos de los candidatos- todav\\xeda tienen que decidir su voto en segunda ronda. En el caso de Yaku, el movimiento ind\\xedgena ha sido enf\\xe1tico en conectar su victoria con el legado de Octubre y la fuerte organizaci\\xf3n territorial en las provincias de la sierra; a lo que podr\\xeda sumarse una clase media urbana cercana al mundo de las ONGs y las intermediaciones desde la sociedad civil para la expansi\\xf3n de derechos, particularmente de corte ambiental. En estas condiciones, quiz\\xe1s el voto de Hervas es el que resulta m\\xe1s enigm\\xe1tico, por lo novedoso y fresco de su campa\\xf1a, el revival de la ID y sus gui\\xf1os a la agenda de derechos en temas de g\\xe9nero.
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\\nEn este escenario, nos preguntamos si los llamados de Arauz para conformar un bloque que incluya al progresismo, la unidad plurinacional y la social-democracia podr\\xe1n imponerse a la cruzada descorreizadora a la que todav\\xeda llaman algunos de sus antagonistas; si los resultados electorales nos dejan un pa\\xeds con marcadas divisiones regionales e ideol\\xf3gicas; si las ideas del cambio y lo nuevo son las que triunfaron en esta campa\\xf1a o si el triunfo es de la resistencia sostenida y coherente frente al autoritarismo neoliberal. De esto y m\\xe1s charlamos esta tarde en Frente Radiosa.