Historias para aprender espanol en contexto: mi bicicleta

Published: Aug. 15, 2019, 8:25 a.m.

b'Hoy volvemos a publicar un antiguo episodio de nuestro podcast para aprender espa\\xf1ol, para aprender espa\\xf1ol en contexto. La historia de hoy es una historia real, de cuando yo era ni\\xf1o y so\\xf1aba con tener una bicicleta.\\nEsto es lo que hacemos en nuestro podcast: contamos historias para aprender espa\\xf1ol en contexto.\\n\\xbfTe gusta esta manera de aprender espa\\xf1ol? Si te gusta, no olvides suscribirte a nuestro podcast. Si escuchas nuestro podcast cada semana, estoy seguro de que tu espa\\xf1ol mejorar\\xe1 mucho, mucho, mucho...\\nYo solo quer\\xeda una bicicleta...\\nCuando yo era peque\\xf1o, hace muchos, pero muchos a\\xf1os, so\\xf1aba con tener una bicicleta.\\nEl juguete con el que todos los ni\\xf1os so\\xf1aban era la bicicleta o el bal\\xf3n de f\\xfatbol. Un bal\\xf3n "de reglamento", es decir, oficial, como con el que jugaban los equipos de la liga de f\\xfatbol. No una pelota de pl\\xe1stico o de goma para dar patadas en la calle, sino un bal\\xf3n de f\\xfatbol de los de verdad, como los que se ve\\xedan en los partidos de la tele.\\nEl rey de los juguetes\\nPero lo que yo de verdad quer\\xeda era una bici.\\nEran los a\\xf1os setenta. En aquella \\xe9poca, no hab\\xeda internet, ni videojuegos. Para jugar hab\\xeda que ir a la calle o, si estaba lloviendo, nos qued\\xe1bamos a jugar en el patio de la casa o incluso en las escaleras.\\nNuestro juego favorito era el f\\xfatbol. Como no hab\\xeda muchos coches, no era dif\\xedcil organizar un partido en cualquier calle tranquila o en una plaza del barrio donde viv\\xedamos. Siempre hab\\xeda alg\\xfan ni\\xf1o del barrio que sacaba una pelota. Con cuatro piedras form\\xe1bamos las porter\\xedas. Y ya est\\xe1bamos listos para empezar a jugar partidos de f\\xfatbol que sol\\xedan acabar cuando llegaba la hora de la comida o de la cena y nuestras madres nos llamaban para volver a casa. Nos llamaban a voces, desde la ventana de la cocina, porque en aquellos a\\xf1os todav\\xeda no ten\\xedamos m\\xf3viles.\\nSi no ten\\xedamos un bal\\xf3n para jugar al f\\xfatbol, entonces jug\\xe1bamos al escondite, al "pilla pilla", a las canicas...\\nEn las tardes de invierno, cuando hac\\xeda fr\\xedo y nuestras madres no nos dejaban salir, nos qued\\xe1bamos en casa sentados alrededor de la mesa camilla y jug\\xe1bamos al parch\\xeds, a la oca, a las damas o al monopoly.\\nPero lo que todos quer\\xedamos era, sin lugar a dudas, una bicicleta. Cada a\\xf1o la sol\\xedamos pedir a los reyes, pero como la mayor\\xeda de los ni\\xf1os del barrio \\xe9ramos pobres, pocos de nosotros la recib\\xedamos.\\nEl ni\\xf1o que ten\\xeda una bicicleta era la envidia de todos los otros ni\\xf1os del barrio.\\nEn espa\\xf1ol, cuando se dice "los ni\\xf1os", se quiere decir, realmente, los ni\\xf1os y las ni\\xf1as. Con el masculino plural englobamos el masculino y el femenino. Sin embargo, cuando yo hablo de los " ni\\xf1os del barrio" me refiero, literalmente, a los ni\\xf1os porque las ni\\xf1os y las ni\\xf1as no jug\\xe1bamos nunca juntos. Ten\\xedamos juegos diferentes. Las ni\\xf1as jugaban a la rayuela, al corro de la patata y saltaban a la comba; los ni\\xf1os a las canicas y \\xa0al f\\xfatbol.\\nEra una divisi\\xf3n estricta. A los juegos de ni\\xf1os jugaban los ni\\xf1os y a los juegos de ni\\xf1as jugaban las ni\\xf1as.\\nComo a m\\xed de ni\\xf1o los reyes nunca me trajeron la bicicleta, nunca aprend\\xed a montar en bici. Pero siempre he tenido el sue\\xf1o de la bicicleta \\xa0y hace solo un par de a\\xf1os, finalmente, los Reyes Magos me trajeron la bici. Supongo que estaban tan ocupados que no pudieron hacerlo antes.\\nAhora tengo una bicicleta italiana negra, grande como un caballo, elegante. Me recuerda las bicis que se ven por las calles de Amsterdam.\\nPoco a poco estoy aprendiendo a montar en bici. Pero todav\\xeda me siento bastante inseguro. Ya soy capaz de manejarla con una mano solamente y en las \\xfaltimas vacaciones recorr\\xed las islas de Lanzarote y Fuerteventura en bicicleta. Para m\\xed fue realmente una aventura inolvidable entre paisajes lunares hechos de roca y lava volc\\xe1nica; por caminos des\\xe9rticos, en medio de dunas de arena a lo largo de la costa, frente al Oc\\xe9ano Atl\\xe1ntico.\\nTodav\\xeda no s\\xe9 manejarla bien y siempre pienso que me voy a caer y que voy a terminar en el hospital con una pierna rota, pero me gusta mucho montar en bici.'