Zenobia de Palmira, creadora de un imperio oriental. María José Hidalgo de la Vega

Published: Nov. 26, 2019, 6:30 p.m.

Ciclos de conferencias: Creadores de imperios (VII). Zenobia de Palmira, creadora de un imperio oriental. María José Hidalgo de la Vega.

La vida de Zenobia está íntimamente relacionada con su ciudad: Palmira, "la perla del desierto". La ubicación geográfica de Palmira era privilegiada, situada en el desierto de Efca en Siria, en un oasis que le proporcionaba el agua necesaria para el comercio caravanero. Fue punto de encuentro entre oriente y occidente. Como ciudad caravanera tuvo una gran importancia en el control de las rutas comerciales desde el Extremo Oriente, pasando por el Próximo Oriente y desembocando en el Mediterráneo. En este contexto nació, vivió y reinó Zenobia, esposa de Odenato.

El reino de Palmira (259-274) tuvo su esplendor cuando el emperador Valeriano fue derrotado y ejecutado por el rey sasánida Sapor I (259). Entonces aparece en el escenario oriental Septimio Odenato, miembro de la aristocracia palmirena, defensor de los territorios orientales romanos contra el avance de los partos en la zona y receptor de diversos títulos con la aquiescencia del emperador Galieno que lo convirtieron en un dinasta oriental. Fue asesinado en un complot junto a su hijo primogénito Herodiano y a partir de entonces, Zenobia se convirtió en reina regente de su hijo Vabalato.

Además fue una reina eficiente y culta, patrona de artistas y filósofos. En su breve reinado organizó un imperio oriental que se extendió desde el Éufrates hasta el Mediterráneo, abarcando Siria, Arabia, Egipto y partes de Anatolia, y Palmira sería su capital. Fue la primera voz árabe en oponerse a la superpotencia de la época: Roma. Desde esta posición de fuerza, Zenobia y su hijo Vabalato aparecen con títulos reales, Zenobia como Augusta y basilissa y Vabalato como rex, imperator y sobre todo Augustus, expresando poderes imperiales, y se acuñan monedas con las dos efigies: primero la de Aureliano y la de Vabalato, en un intento de corregencia en la zona oriental, y posteriormente de Vabalato y Zenobia.

Ante esta situación de un reino de facto independiente de Roma, Aureliano invade los territorios conquistados por la Zenobia, pero ella se enfrenta con su eficaz e importante ejército, comandado por Zabdas y Zabbai, a las legiones romanas dirigidas por el propio Aureliano. Después de varias campañas militares el emperador consiguió vencer al ejército de Palmira, capturó a Zenobia, cuando huía en camello a territorio persa, pero preservó su vida para la celebración de su triunfo en Roma, rodeada de joyas y cadenas de oro en una actitud de resistencia a la derrota. Según una tradición era tanto el respeto que infundió al emperador que le permitió vivir en Roma durante el resto de su vida.



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