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Hace muchos a\\xf1os, entre Tampache y la hacienda de San Sebasti\\xe1n, en el municipio de Tamiahua, en Veracruz, existi\\xf3 un peque\\xf1o pueblo conocido como Rancho Nuevo. Entre sus pobladores estaba do\\xf1a Damasia Gonz\\xe1lez, quien ten\\xeda una hermosa hija de nombre Irene.

Un Jueves Santo, Damasia le pidi\\xf3 a su hija que fuera a buscar le\\xf1a para el fuego de la casa. Irene, obedientemente, se dirigi\\xf3 hacia Paso de Piedras para recolectar los trozos de madera que se encontraba en el camino. Al regresar a su hogar, Irene se sent\\xeda sucia y deseaba asearse, pero su madre le advirti\\xf3 que durante los d\\xedas santos no estaba permitido ba\\xf1arse, a lo que Irene respondi\\xf3: \\u201cMam\\xe1, que me perdone Dios, pero yo, aunque sea me voy a lavar la cara\\u201d.

Fue as\\xed que la ni\\xf1a tom\\xf3 un huacal, dos hojas de jaboncillo y se fue al pozo para lavarse la cara. Repentinamente, se escucharon unos gritos desesperados pidiendo ayuda.

Descubre el desenlace de esta misteriosa historia y si tienes alguna sugerencia de leyenda que deber\\xedamos investigar, da click aqu\\xed. 

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