'Divertirse en el peor momento', por Xoán Tallón

Published: Oct. 18, 2020, 11:44 a.m.

"El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos", le decía Ilsa a Rick en Casablanca. Siempre es así. ¿Quién escapa al oscuro encanto de hacer las cosas que le agradan en el peor momento? Y menos si eres joven y no has aprendido a disfrutar de los coñazos de la vida. Esa hora aún no llegó. Hay una época en la que empiezas a hacer cosas escasamente apasionantes, y a encontrarlo divertido y lógico. Es para matarte, claro. Pero para entonces ya no tienes veinte años. Digamos que a esa edad es casi normal no resistirse a participar en fiestas, aun en plena pandemia. Te parece que te alejan de los estándares de la vida insípida. Pasárselo mal, o aburrirse, es para algunas personas el equivalente a un ataúd. Pueden aceptarlo todo, menos la sensación de que el lugar donde no están es más divertido que el sitio donde están. Por eso se apuntan a las fiestas, y metidos en harina, cómo van a pensar más allá de las dos próximas horas. No consiguen imaginar un futuro más lejano que eso, donde estén muertos o lo estén su abuela o su vecino por su culpa.