Los servicios sociales como la salud, la educación o el agua potable mejoran la calidad de vida al crear, proteger y mantener las capacidades humanas. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio han movilizado recursos en torno ciertas metas educativas, sanitarias y medioambientales. Pero a pesar de las tendencias positivas continúan existiendo grandes desafíos que se han exacerbado con la crisis económica mundial. Un financiamiento escaso y una elevada comercialización conducen a menudo a servicios de alta calidad para quien puede pagarlos y de baja calidad para los más desfavorecidos.