b'La joya, sacudida por la convulsi\\xf3n del ganglio herido, tembl\\xf3 un instante desequilibrada. Kassim esper\\xf3 su momento; y cuando el solitario qued\\xf3 por fin perfectamente inm\\xf3vil, se retir\\xf3, cerrando tras de s\\xed la puerta sin hacer ruido.'