La mujer m\xe1s bonita del mundo lleva el pelo a mitad de la espalda, aunque siempre lo tenga recogido; anda descalza en casa y a veces desear\xeda salir sin maquillaje.
Sonr\xede antes de mirarse al espejo para no ponerle mucha atenci\xf3n a sus defectos. Se acuesta siempre pasada la media noche y revisa una y otra vez conversaciones que nunca van a repetirse.
No sabe que la primavera se pone celosa cuando ella pasa, que el sol a veces siente que no brilla tanto como ella y que las estrellas fugaces desear\xedan un poquito de la magia que tienen sus coqueteos.
Seguramente la mujer m\xe1s hermosa del mundo no tiene idea que el piso es el que tiembla cuando su silueta aparece aunque sea ella quien muera de miedo, que ha erizado m\xe1s pieles de las que ha tocado y que a veces la lluvia desear\xeda ser humedad entre sus piernas.
Que hay historias que se sienten incompletas por no haberse escrito con sus manos, y canciones que morir\xedan por escucharla a ella. No sabe que el mundo se detiene cuando ella suspira, y gira m\xe1s despacio cuando a su cadera le da por bailar, que es siempre la primera opci\xf3n de cualquiera, que es luz incluso en la noche m\xe1s oscura, que siempre van a quererla completa y no a medias.
No se ha enterado de que cualquier hombre matar\xeda por estar un rato a su lado, por besarle la boca, por adivinarle los defectos y recordarle las virtudes, por habitar su cuerpo y quedarse a vivir en su cuello. Que es el pensamiento de muchos al despertar y que ha dibujado un mont\xf3n de sonrisas sin darse cuenta.
Ella es ternura, inocencia, perversi\xf3n y pasi\xf3n en una sola.
Que ha cometido errores, y muchos, y que las l\xe1grimas que ha derramado no se comparan con la de batallas que le quedan por ganar.
Seguramente la mujer m\xe1s bonita del mundo no tiene ni la menor idea de que ahora mismo es ella