Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil sentía en la garganta unos harapos en quemazones. Esto ocasionaba toses y las toses, dolores. Mientras esto ocurría, una nota de MILENIO Digital informaba que “la primera noticia de un nuevo coronavirus, que se cree se originó en Wuhan, China, a principios de año.