El presidente estadounidense, Donald Trump, ha montado una narrativa de “causa perdida” semejante a la que abrazaron los estadounidenses sureños una vez abatida la Confederación. El mito de la causa perdida instigó más de un siglo y medio de violencia y racismo, linchamientos, quema de cruces, leyes segregacionistas, brutalidad policial y encarcelamientos masivos de las personas de color.