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TIEMPO DE DESAFIOS CON JORGE RUSELER : RIO REVUELTO EN POLITICA DESPUES DEL INTENTO DE MAGNICIDIO, CONSECUENCIAS POLITICAS, PANORAMA ECONOMICO: SE VIENE EL AJUSTE. TESTIMONIOS: OPINION DE MARCELO LONGOBARDI DEL ATENTADO.

La conmoci\\xf3n por el ataque a Cristina Fern\\xe1ndez de Kirchner termin\\xf3 de desnudar que nada de lo que viene sucediendo en el pa\\xeds puede ser visto fuera del creciente estado de exasperaci\\xf3n pol\\xedtica, sobre todo en el \\xfaltimo mes. Es el peor clima de la realimentada grieta, algo que el discurso generalizado condena, aunque extra\\xf1amente sin el menor grado de autocr\\xedtica. Una foto conjunta de los senadores del Frente de Todos y la oposici\\xf3n, en la misma noche del jueves, pareci\\xf3 ser la respuesta m\\xe1s razonable, pero hasta ahora result\\xf3 la excepci\\xf3n. El oficialismo, con su carga de mayor responsabilidad como coalici\\xf3n de gobierno, decidi\\xf3 mantener la l\\xednea divisoria y mostrarse como si fuera ajeno a la causa m\\xe1s grave del deterioro pol\\xedtico y la crisis.

Otro s\\xedntoma del estado de cosas era expuesto hasta \\xfaltima hora de anoche por la incertidumbre sobre la sesi\\xf3n de Diputados impulsada por el oficialismo para este s\\xe1bado. Desde la oposici\\xf3n -con el arrastre de sus propias internas- ped\\xedan garant\\xedas de un encuentro sin batallas, es decir, un marco de condena acordado, un texto que pudieran suscribir todos.

Es realmente llamativo. Un cap\\xedtulo similar de negociaciones hab\\xeda sido agotado sin problemas y en un rato por los jefes de bloques del Senado, apenas un d\\xeda antes. Una sucesi\\xf3n de mensajes y gestos posteriores, en cuesti\\xf3n de horas, volvi\\xf3 a enrarecer el clima como si no fuera registrada la gravedad del hecho convocante.

Las im\\xe1genes de la ex presidenta expuesta frente a un arma que afortunadamente no se dispar\\xf3 provocaron un temblor, dejaron a la vista la precariedad del dispositivo de seguridad. Tambi\\xe9n destacan la necesidad de una investigaci\\xf3n seria y a la vez lo m\\xe1s r\\xe1pida posible sobre el episodio. Y sobre todo, dejan a la vista la incapacidad de motorizar un debate serio sobre el muy mencionado consenso democr\\xe1tico. Dicho en otras palabras: se desperdicia la posibilidad de comenzar a desintoxicar la pol\\xedtica y, por extensi\\xf3n, descargar de esas tensiones a la sociedad, agotada por la crisis y las estribaciones del manejo de la pandemia.

La toxicidad y las barbaridades tienen or\\xedgenes variados en el oficialismo y los distintos espacios de la oposici\\xf3n. Las redes sociales, en estas horas, abundan con recuerdos de uno y otro lado para tratar de responsabilizar al otro, de manera rudimentaria, y con pretensiones de exposici\\xf3n sobre la violencia verbal, el discurso del odio, el papel de la palabra y sus consecuencias. El ejercicio de veredas resulta pat\\xe9tico. Y en la pir\\xe1mide institucional, la mayor responsabilidad recae en el oficialismo.

Algo se quebr\\xf3 muy r\\xe1pido cuando asomaba la posibilidad de una reacci\\xf3n sensata. La sucesi\\xf3n cronol\\xf3gica indica que la respuesta del Senado se produjo como reflejo propio de los legisladores, cuando no hab\\xeda discurso definido y s\\xf3lo se produc\\xedan intercambios horizontales -podr\\xeda decirse- entre las coaliciones y al interior de cada espacio. Juntos por el Cambio no se hab\\xeda propuesto una reuni\\xf3n de su mesa nacional, hasta anoche sin convocatoria a pesar de los visibles matices. Y en las l\\xedneas oficialistas hab\\xeda diferentes expresiones y a\\xfan se esperaba el mensaje presidencial, en consulta de Olivos con CFK.