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BLOOMBERG, KOHAN, TIEMPO DE DESAFIOS CON JORGE RUSELER, LONGOBARDI 

NOTA DE LUIS SECCO

Ahora bien, los que no tendr\\xedamos que estar sorprendidos somos nosotros. Guzm\\xe1n dur\\xf3 en el cargo mucho m\\xe1s que lo que justificaban sus logros. Estuvo 31 meses en el cargo, casi duplicando la duraci\\xf3n promedio de los otros 94 ministros de econom\\xeda que tuvo la Argentina desde 1970 a la fecha (16 meses). De hecho, se encuentra entre los doce que m\\xe1s duraron desde ese entonces y empata con Roberto Lavagna el quinto lugar en cuanto a duraci\\xf3n de ministros de Econom\\xeda desde que volvi\\xf3 la democracia.

Podr\\xe1 la nueva ministra de Econom\\xeda, Silvina Batakis, implementar pol\\xedticas m\\xe1s consistentes que las actuales sin chocar con funcionarios que no le responden

2. Una posibilidad es que el Presidente crea realmente que la econom\\xeda est\\xe1 bien, que estamos en serio frente a una crisis de crecimiento. Y que Guzm\\xe1n era art\\xedfice de ese logro. Pero eso ser\\xeda poner en duda sus capacidades mentales, m\\xe1s all\\xe1 de lo que se lo hace a diario en las redes sociales.

3. Descartada esa posibilidad, es probable que Guzm\\xe1n haya durado porque el Presidente no ten\\xeda un reemplazo. Al menos uno que pudiera interpretar sus deseos, compartir objetivos e instrumentos y que contara con el cada vez m\\xe1s necesario apoyo de la Vicepresidente. En otras palabras, el ex ministro de Econom\\xeda dur\\xf3 porque siempre hizo lo que quer\\xeda y le conven\\xeda al Presidente. Que las ideas y pol\\xedticas que defend\\xeda y aplicaba el ministro eran las del Presidente. Y que este debilitado y esmerilado, no le qued\\xf3 otra m\\xe1s que convalidar las presiones desde adentro de la coalici\\xf3n para que acorrale y eventualmente \\u201centregue\\u201d a su alfil, a\\xfan a sabiendas de los riesgos, pero en el entendimiento de evitar un mal mayor.

4. De ser as\\xed, lo inesperado es el momento, pero no el desenlace, y deja planteado un interrogante inquietante: qu\\xe9 pol\\xedticas ser\\xe1n las que llevar\\xe1 adelante el nuevo equipo, ser\\xe1n b\\xe1sicamente las mismas pol\\xedticas (la del Presidente), con algunos retoques menores, o debemos esperar que de ahora en m\\xe1s la agenda la dicte la vicepresidente? Porque, a decir verdad, en estas circunstancias luce casi imposible pensar en un cambio, aunque m\\xednimo de las pol\\xedticas. O acaso \\xbfAlguien realmente cree que se pueda armar un programa econ\\xf3mico integral y consistente con este Presidente y la actual conformaci\\xf3n de poder? Y atenci\\xf3n que esta imposibilidad es independiente del nuevo equipo de gobierno, capacidades, cintura pol\\xedtica y su consistencia t\\xe9cnica. Mientras el poder efectivo lo tenga la vicepresidente, tal como parece confirmarlo la designaci\\xf3n de Silvina Batakis, no existe en el horizonte cercano una posibilidad tal.

En s\\xedntesis, el recambio no luce suficiente para revertir el deterioro de las expectativas, ni viene a corregir las din\\xe1micas desequilibradas. Las especulaciones, que por el momento parecen quedar en la nada, sobre la posibilidad de sumar a Sergio Massa a la Jefatura de Gabinete de Ministros para darle m\\xe1s peso o fuerza a la figura de Silvina Batakis