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OPINION DE JORGE FERNANDEZ DIAZ Y ANDRES MALAMUD
\\nPor segundo d\\xeda consecutivo, y con el renovado objetivo de evitar tensiones internas, el gobierno de Alberto Fern\\xe1ndez evit\\xf3 pronunciarse sobre las elecciones legislativas en Venezuela, reivindicadas por el gobierno de Nicol\\xe1s Maduro y declaradas ilegales y criticadas por 16 pa\\xedses latinoamericanos, Estados Unidos y la Uni\\xf3n Europea, entre otras naciones.
\\n"Nada para decir", fue, otra vez, el latiguillo m\\xe1s utilizado desde la Casa Rosada y la Canciller\\xeda en referencia a los comicios, festejados por referentes del kirchnerismo duro y leales a la vicepresidenta Cristina Kirchner, en contraste con la condena internacional por la falta de garant\\xedas y la imposibilidad de la oposici\\xf3n venezolana de obtener reglas claras de participaci\\xf3n en igualdad de condiciones. Con una alt\\xedsima abstenci\\xf3n seg\\xfan expertos internacionales, la oposici\\xf3n local y varias ONGs, Maduro se asegur\\xf3 ayer el control de la Asamblea Nacional, basti\\xf3n de la oposici\\xf3n que encabeza el presidente interino, Juan Guaid\\xf3.
\\nA \\xfaltima hora de ayer, fuentes del Gobierno afirmaron que aguardaban el informe final del encargado de negocios en Venzuela, Eduardo Porretti, y evaluar de ese modo un proceso electoral criticado duramente por pa\\xedses occidentales y de la regi\\xf3n, con la solitaria excepci\\xf3n de M\\xe9xico, Bolivia y la propia Argentina. Seg\\xfan pudo saber, las reuniones continuaron durante la jornada de hoy, sin alcanzar un acuerdo para un texto oficial, que iba a contener en principio un tibio respaldo, o respaldo condicionado, al proceso electoral liderado por el gobierno chavista.
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