Pocas cosas definen más el tipo de sociedad que construimos que los impuestos que ingresan las instituciones, a quién se le cobran y dónde se gastan. Se está perdiendo la gran oportunidad de explicar que lo que hace falta es que no paguen tanto las rentas, que pague más el capital y que sin un Estado fuerte los dos últimos años de guerra y de pandemia nuestra vida hubiera sido una auténtica mierda.