En Ucrania, Putin amenaza y agita los peores fantasmas de la historia europea y del nacionalismo fascista, invasor y conquistador. Y en paralelo, el Gobierno anuncia que está casi cerrado el Pacto de Presupuestos, el pacto del que saldrá un presupuesto de marcado carácter social. Pero es que ambas cosas van juntas. Mientras tanto, Brasil ya ha decidido hacia dónde quiere ir, pero de eso tendremos tiempo de hablar con más calma.