El plan de rebajas fiscales de Reino Unido se ha convertido en un fiasco descomunal y el Gobierno ha tenido que recular. Lo más llamativo del ejemplo inglés es que han sido los mercados quienes han frenado este desastre, porque los impuestos son ideología, son política, pero también son matemáticas elementales. Mientras el Reino Unido da marcha atrás, el Partido Popular mantiene su idea de bajar los impuestos. ¿Y el dinero necesario, de dónde saldrá?