Hemos de agradecer la decisión porque nos lleva a un terreno donde la política se mide por propuestas en materia de impuestos que están pensadas, claramente para mejorar, en unos casos, el bienestar material de los ciudadanos, y en otros, la equidad que sustenta la justicia al reparto de rentas. Un cambio de registro digno de alabanzas, sin duda, pero que deja también el aire muchas preguntas.