8-12: Apretón de faja en gasto público, eliminación de exoneraciones y nuevos impuestos.

Published: Dec. 8, 2020, 3:34 p.m.

El segundo ajuste fiscal de la Administración Alvarado Quesada ni siquiera se ha presentado y ya ocasionó una caída política más en el gabinete. O al menos esa es la explicación que dio la Ministra de la Condición de la Mujer, Patricia Mora Castellanos, al abandonar el barco este lunes. Una decisión que no deja de sorprender sobre todo porque el Presidente había anunciado varias veces desde julio pasado su intención de acudir al Fondo Monetario Internacional en busca de un acuerdo para sanear las finanzas golpeadas tras el impacto de la pandemia. Más allá de los argumentos de la ahora ex jerarca, lo cierto es que estamos todos notificados que la voluntad expresada por el Ejecutivo pretende lograr un apretón de faja de un 1,5% en el gasto público, así como encontrar recursos por 1.5% más mediante la eliminación de exoneraciones y aportes de empresas públicas (0.7%) y con la creación de nuevos impuestos (0.8%) Obviamente la pregunta que salta a la vista es ¿adónde se aplicarán los correctivos para alcanzar esos significativos 3 puntos porcentuales del PIB en 4 años que el gobierno espera presentar en los próximos días ante la Asamblea Legislativa? Solo para citar uno de los rubros, en cuanto a ingresos frescos se refiere, entendidos en la materia dan por descontado que el impuesto a las transferencias bancarias ya no sería parte del menú y, de acuerdo con la propia manifestación del Presidente de la República en el contexto del diálogo multisectorial, está latente la posibilidad de generalizar la tasa del impuesto al valor agregado para emparejar la cancha al 13%. El ex ministro de Hacienda Fernando Herrero, ve la eventual propuesta como plausible en cuanto a la canasta básica, pero no para educación y salud privada. Respecto de la canasta básica, argumenta que sería viable generalizar al 13% siempre y cuando haya devolución a los estratos más bajos. Ya sea individualmente o a través de gasto social. No sería igual con educación y salud que son inversiones en capital humano. Después de todo, se pregunta: ¿por qué exonerar la inversión cuando se trata de concreto y no cuando es en cerebros? Ese podría ser el tipo de discusión al que asistiríamos despuntando el nuevo año, justo en el arranque de nuestras expectativas por la vacuna contra el SARS-CoV-2 y los aires de precampaña electoral. Con el exministro Fernando Herrero conversamos en Hablando Claro.