6-7: El BCCR dio a conocer el viernes las nuevas tasas de intereses para créditos.

Published: July 7, 2020, 12:52 a.m.

El Banco Central dio a conocer el viernes las nuevas tasas de intereses (a la baja) para los créditos otorgados en el país. Esos topes, como sabemos, son consecuencia de la reciente entrada en vigencia de la polémica (para algunos) ley de usura. Para los denominados microcréditos, las tasas en colones no podrán exceder 53.18%, mientras en dólares no podrán sobrepasar 42.99%. Para el resto de empréstitos, la tasa máxima será de 37.69% en colones y 30.36% en dólares. El anuncio por supuesto fue noticioso. Pero la verdad, opacado desde el jueves por la decisión adelantada del emporio de las tarjetas, BAC Credomatic que tomó el rábano por las hojas anunciado sorpresivamente el cierre (desvinculación en términos muy sobrios) de 187,526 cuentas de 79,789 de sus clientes (apenas un puñado, los más desvalidos, claro) cuyas operaciones se vuelven deficitarias para la empresa. Nada nuevo en el horizonte, pues nunca nadie conocerá un banco comercial que no exista por y para obtener jugosas ganancias. Pero lo del BAC no quedó ahí. El banco notificó que la entrada en vigencia de los topes a la usura, más la reducción del crecimiento esperado en el conglomerado también llevó a la decisión de despedir a 373 empleados y cerrar 11 sucursales. Es decir, la tormenta perfecta de la pandemia con la entrada en vigencia de la cuantificación –por primera vez en la historia del país- de lo que será una tasa de usura delictiva, se combinó para las decisiones anunciadas. Las reacciones por supuesto no se hicieron esperar. Para citar solo una que podríamos señalar como representativa, la diputada socialcristiana María Vita Monge argumentó, “Confirmado: teníamos garroteras legalizadas. Lo del BAC no es más que la confirmación de que miles de costarricenses estaban siendo estafados con tasas de usura. Lamento los 373 despidos., pero lamento aún más que la rentabilidad de un negocio dependía de aprovecharse de las personas” Lo cierto es que otras reacciones fueron para sentenciar que lo del BAC se veía venir con la aprobación de una ley a la que se opusieron en su día todos los banqueros, incluyendo al mismo Banco Central, que de diversas maneras señalaron que poner monto a la usura, equivalía a tirar a muchos pobres a las garras de los agiotistas… (como si no vivieran ya ahogados por el sobreendeudamiento). Entonces, si por la víspera se saca el día, ¿cabría esperar que otros bancos del sistema recorran la misma senda del BAC y estén pensando en deshacerse de miles de clientes “no rentables”? ¿Y qué pasará con las tiendas de venta de electrodomésticos a crédito, cuyo negocio principal ha sido justamente el de los empréstitos a altísimas tasas? Por ahora, tirios y troyanos claman por la publicación del reglamento a la nueva ley de usura, que de acuerdo con los eternos tiempos de la administración pública, estará listo en tres meses, aunque para entonces, y con el propósito de escabullirse a posibles altas sanciones, ya todas las entidades financieras podrían haber tomado sus medidas. Un tema muy delicado: tasas de interés crediticio y pandemia. Lo abordamos este lunes 6 de julio en Hablando Claro con el economista Danilo Montero, director de la Oficina del Consumidor Financiero.