Carlos Gardel y el Futbol
b'Mucho se ha hablado de la presencia de Carlos Gardel en las concentraciones de los seleccionados de Argentina y Uruguay, en el d\\xeda previo a la gran final de la Copa del Mundo de 1930, en Montevideo.\\nDespu\\xe9s de saludar a los uruguayos en el lugar donde se hospedaban, Gardel se dirigi\\xf3 a La Barra de Santa Luc\\xeda -distante varios kil\\xf3metros de la capital uruguaya- donde "velaban sus armas" los argentinos.\\nUna vez llegado al lugar, seg\\xfan lo relata Pancho Varallo -por aqu\\xe9l tiempo delantero de 19 a\\xf1os, figura de nuestro seleccionado- Gardel se puso a charlar con casi todos muchachos, excepto con Orlandini y Mario Evaristo, porque estaban durmiendo la siesta.\\n"Lo llevamos a Gardel a la habitaci\\xf3n de Orlandini y Evaristo, que dorm\\xedan como angelitos. La sorpresa de Gardel fue grande cuando vio que esos jugadores argentinos, dorm\\xedan vistiendo la camiseta celeste y blanca. "\\xa1Como quieren la camiseta!, me coment\\xf3 Gardel", recordaba Varallo. Despu\\xe9s, comieron algo, Gardel cant\\xf3 un par de tangos (foto) y jugaron un rato a la Loter\\xeda.\\n"Al otro d\\xeda, fuimos a jugar la final al Centenario -prosigui\\xf3 Don Pancho- y como algunos compa\\xf1eros estaban asustados por el entorno, no jugaron todo lo que pod\\xedan. A m\\xed, que era un pibito, el defensor uruguayo Lorenzo Fern\\xe1ndez, me dijo en pleno partido: "mira, botija, apenas agarr\\xe9s una pelota, te hundo en el c\\xe9sped, te mato".\\nEl otro back, Gestido, que era un se\\xf1or y que escuch\\xf3 la conversaci\\xf3n, me tranquiliz\\xf3: "no le hagas caso, botija, jug\\xe1 tranquilo. Es que Lorenzo es medio loco". Al final, perdimos 4 a 2, pero si el partido segu\\xeda quince minutos m\\xe1s, nos hac\\xedan siete".'