La parte buena de aprender a pensar como un criminal

Published: May 18, 2018, 10:59 p.m.

b'1. Un t\\xedtulo provocativo

* Tendencia muy humana a considerarse uno entre el grupo de los buenos y completamente separado del grupo de los malos.

* Para proteger una casa hay que pensar que se les puede ocurrir a los ladrones.

* Para diagnosticar a un enfermo hay que pensar que pudo haberle hecho da\\xf1o.

* Para educar a los hijos no s\\xf3lo hay que pensar qu\\xe9 personas les pueden hacer bien sino tambi\\xe9n quienes les pueden hacer mal.

* Si hablamos de pensar como un criminal no es para tener un coraz\\xf3n que haga da\\xf1o sino una mente y un coraz\\xf3n que est\\xe9n alerta para evitar el da\\xf1o.

* Santa Catalina de Siena dice que el cuchillo del discernimiento tiene que mirar por lo bueno y por lo malo.

* Y sin embargo no se trata de obsesionarnos con las cosas o las acciones malas sino aprender a hacer nuestro camino.

2. Jesucristo tiene un conocimiento muy profundo del coraz\\xf3n humano

No necesita que le den referencias de las dem\\xe1s personas

Sabe qui\\xe9n lo va a traicionar

Es consciente de que sus disc\\xedpulos lo van a dejar solo

Discutiendo con algunos jud\\xedos les dec\\xeda: Yo s\\xe9 que en ustedes no est\\xe1 el amor de Dios.

Tambi\\xe9n observa las cosas buenas como la fe impresionante de aquel centuri\\xf3n, o la rectitud de intenci\\xf3n de Natanael.

3. Dios quiere que seamos guardianes de nuestros hermanos y atalayas de su pueblo

Lo que se critica de Ca\\xedn es que no quiere preocuparse de su hermano.

Lo que Dios le encarga a Ezequiel es que sea vigilante y atalaya del pueblo.

Pero la vigilancia no es control ni simple curiosidad: Cuando Pedro pregunta qu\\xe9 va a suceder con Juan Jes\\xfas le dice secamente "a ti qu\\xe9"

Esta labor de acompa\\xf1amiento y vigilancia es especialmente necesaria para los padres, los maestros, los predicadores y los sacerdotes.

El papa Pablo VI dec\\xeda en una oraci\\xf3n por 1 sacerdotes que conozcan el mal pero s\\xf3lo para evitarlo.

Otros autores nos invitan a ser cuidadosos y vigilantes con nosotros mismos. Ante todo Jesucristo que nos dice que vigilemos y oremos. San Ignacio de Loyola quiere que practiquemos el discernimiento, examinemos nuestra conciencia, reconozcamos el origen de los esp\\xedritus. Santa Catalina de Siena nos llama al verdadero conocimiento de nosotros mismos.

San Pedro nos advierte que el diablo como le\\xf3n rugiente ronda buscando a qui\\xe9n devorar. Hay que hacer como Nehem\\xedas: inspeccionar con cuidado toda la muralla.

Cristo nos exhorta: Sencillos como palomas y vigilantes como serpientes.

4. Hay modos buenos de pensar mal

Pensar "mal" es entender el estado de fragilidad y enfermedad en que ha quedado el ser humano por obra del pecado. El objetivo no es destruir a la persona, a ninguna persona, sino destruir al pecado que destruye a la persona. El Salmo 103 dice que Dios "aleja de nosotros nuestros delitos." Ninguna persona es su delito.

Prevenir el mal es un modo de preservar las buenas amistades, los buenos amores y los buenos proyectos. Los refranes hablan de eso: "Uno presta dinero al amigo y se pierde la plata y se pierde el amigo." Hay grupos de oraci\\xf3n que se han da\\xf1ado por gente prestando plata sin soporte financiero sobre la base de que "si son de oraci\\xf3n, deben ser gente honorable." P\\xe9simo error.

Cuando vayas a prestar dinero toma siempre todas las medidas de precauci\\xf3n y pide siempre todos los requisitos ordinarios de que permite e incluso exige la ley. Si te hacen mala cara, di simplemente, mirando a los ojos: "Es que quiero que nuestra amistad dure."

Hav valores superiores al dinero, por ejemplo: tu tiempo, tu cuerpo, tu matrimonio, tu familia. Frente a tesoros tan grandes y en muchas ocasiones irreparables, hay que preguntarse siempre: \\xbfQu\\xe9 puede pasar aqu\\xed? \\xbfCu\\xe1l es la amenaza aqu\\xed? \\xbfA qui\\xe9n beneficia este negocio, esta fiesta, mi participaci\\xf3n en este partido pol\\xedtico? Eso no es mala intenci\\xf3n: es lucidez.

\\xbfCu\\xe1l es al diferencia entre el "mal pensado" y el que practica esta lucidez? Hay dos principales diferencias:

1. El mal pensado ya acusa; cree que ya tiene de qu\\xe9 acusar a la otra persona. El que obra con lucidez quiere evitar el mal, para s\\xed mismo y para los dem\\xe1s. El mal pensado mira al pasado y cree conocer el presente. El l\\xfacido se atiene a los hechos presentes y trata de mejorar el futuro.

2. El mal pensado tiende a ser absoluto: solo ve lo bueno de los que le simpatizan y lo malo de los que le fastidan. Sus condenas son globales y no ve posibilidades de cambio ni conversi\\xf3n. El l\\xfacido en cambio es preciso: ve limitaciones pero tambi\\xe9n y sobre todo posibilidades.

5. \\xbfQu\\xe9 hay que hacer?

Se comete error cuando dejamos a la persona con su pecado. Esto sucede de dos maneras: cuando CONDENAMOS a la persona supuestamente por condenar su delito, o cuando SOMOS C\\xd3MPLICES de la persona y entonces la declaramos incapaz de cambiar . Esto demuestra que tanto el RIGORISMO como la FALSA MISERICORDIA en el fondo se tocan. Lo primero parece intolerancia y farise\\xedsmo; lo segundo parece comprensi\\xf3n y mente abierta pero en realidad hacen proporcionalmente el mismo da\\xf1o.

El gran ejercicio es no decir ni decirse mentiras. Esto implica llamar a las cosas por su nombre. Evitar las excusas. Formarse en l\\xf3gica, sobre todo en captar los sofismas y trampas.

El segundo gran ejercicio es darse cuenta de los l\\xedmites de lo bueno pero a la vez darse cuenta de las esperanzas, virtudes u oportunidades que haya en lo malo, de s\\xed mismo y de los dem\\xe1s.

El tercer ejercicio es ampliar la mirada: las fuerzas que impactan nuestra sociedad son sutiles pero muy fuertes; son muy profundas y saben mimetizarse muy bien; son tan globales y est\\xe1n tan aceptadas que de seguro uno las ha estado respirando desde hace muchos a\\xf1os.

Y el cuarto y definitivo ejercicio es clamar el auxilio divino, el don del Esp\\xedritu Santo.'