Bendiciones a parejas en situaciones irregulares
b'El enfoque de una reciente Declaraci\\xf3n del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, del 18 de Diciembre de 2023, parece ir en el sentido de que, si ampliamos el sentido de las bendiciones en la Iglesia, podemos entender que incluso personas que se encuentran en situaciones "irregulares" pidan y reciban bendiciones de la misma Iglesia, como actos de acogida que desean orientarlos en la ruta hacia una vida cristiana m\\xe1s plena. Es dif\\xedcil estar en desacuerdo con una afirmaci\\xf3n como la anterior, pero es que ese no es el problema.
El punto central est\\xe1 en que nos encontramos frente a personas que, por propia voluntad, est\\xe1n y desean estar en una situaci\\xf3n "irregular", y que, desde esa situaci\\xf3n, convertida en hecho p\\xfablico, piden una bendici\\xf3n de la Iglesia. Dicho de otro modo: el problema no es que un pecador pida ayuda sino que esa persona, sin que conste ninguna intenci\\xf3n de renunciar a su situaci\\xf3n, quiere ser bendecida con el prop\\xf3sito manifiesto de continuar y afianzarse en su situaci\\xf3n.
Uno puede darse cuenta de que el aut\\xe9ntico problema no es si se trata de bendiciones "lit\\xfargicas" o "no-lit\\xfargicas"; tampoco la cuesti\\xf3n central es si el sacerdote al momento de dar tal bendici\\xf3n usa vestido clerical o no. El punto pol\\xe9mico, hay que repetirlo, es que estamos ante personas que se encuentran en situaciones que la Iglesia siempre ha considerado como "objetivamente desordenadas" (ahora llamadas un poco eufem\\xedsticamente "irregulares"), y que esas personas, sin manifiesto deseo de cambio, se presentan, en cuanto miembros de esas mismas relaciones, para recibir una bendici\\xf3n. Es muy dif\\xedcil no ver en tales bendiciones, cualquiera que sea su etiqueta teol\\xf3gica, algo distinto de una aprobaci\\xf3n y de hecho as\\xed lo han registrado profusamente y en tono triunfal muchos medios de comunicaci\\xf3n. Y por esto no es extra\\xf1o que, movidos de celo pastoral, un cierto n\\xfamero de obispos ya hayan advertido que en sus di\\xf3cesis tales "bendiciones" ser\\xe1n inadmisibles.'