ABC de la Apologetica Catolica, 1 de 2, Ataques Informales
b'[Predicaci\\xf3n con las comunidades de la Parroquia del Se\\xf1or de los Milagros.]
Tema 1 de 2: Ataques Informales
* La fe no solamente es un inmenso don sino que es el don que preserva los dem\\xe1s dones de nuestra vida espiritual. Sin fe, todo lo dem\\xe1s se derrumba por carencia de sentido.
* Por eso es necesario cuidar, cultivar y defender la fe. Se la puede comparar a una llave que, siendo peque\\xf1a, da o niega acceso a toda la casa.
* La parte de nuestra formaci\\xf3n cristiana que tiene que ver con este cuidado de la fe frente a los ataques, objeciones , persecuciones o burlas que siempre llegan al creyente es la APOLOG\\xc9TICA.
* En consecuencia: no hacemos apolog\\xe9tica por \\xe1nimo de ganar discusiones, parecer mejores o aprender muchas cosas en nuestra cabeza. Hacemos apolog\\xe9tica porque entendemos que la fe es un tesoro inestimable tanto para nosotros como para nuestros hermanos en la comunidad creyente; y entendemos que esa misma fe ser\\xe1 un bien incluso para aquellos que por ahora se oponen a nosotros.
* La fe recibe ataques informales pero tambi\\xe9n formales. Los informales son los que provienen de circunstancias de vida, muy a menudo inesperadas, sin que haya una organizaci\\xf3n o sistema que produzca tales dificultades. En esta charla nos referimos a los ataques informales.
* Los ataques informales a la fe provienen sobre todo de dos fuentes:
(1) El problema del mal. En este \\xedtem entran todas las cat\\xe1strofes, accidentes, enfermedades, que hacen que uno se pregunte: \\u201c\\xbfPor qu\\xe9 a m\\xed?\\u201d Esa l\\xednea de interrogaci\\xf3n no tiene, por supuesto, respuesta racionalmente satisfactoria, y por eso fractura o debilita gravemente la fe.
(2) El descuido en el cultivo y alimentaci\\xf3n de la fe. En este \\xedtem entran nuestras negligencias y mediocridades que van haciendo de Dios un personaje ajeno, oscuro, incomprensible, y despu\\xe9s: caprichoso e in\\xfatil.
* Los ataques informales, de suyo no destruyen la fe pero la dejan en condiciones de ser violentada y atacada por casi cualquier viento de doctrina.'