¿Alguna vez se ha parado a pensar con qué facilidad cometemos el error de juzgar los actos propios y ajenos como éxitos o fracasos simplemente basándonos en los resultados? Es tremendamente sencillo ver actos que llevan a obtener un mejor puesto de trabajo, o una mejor reputación, o un objetivo predefinido como exitosos, y a quienes los logran como personas exitosas. Mientras tanto, ante momentos en que no se encuentra trabajo, que no asciende socialmente o que simplemente se toman decisiones que no generan los resultados deseados, tendemos a ver en dichas circunstancias errores o, más cruelmente, fracasos. En muchas […]