Al margen de las vaguedades de Gabilondo ofreciendo "el oro y el moro", Vox centra la atención de todos por su controvertido cartel publicitario forzando la discusión entre menas o pensionistas. La izquierda en bloque salta contra el partido de Abascal, tildándolo de racista y homófobo quedando pendiente de si es judicializado el asunto, a tenor de las intenciones de la Fiscalía de Madrid. El PP de Ayuso afortunadamente no ha entrado al trapo, aunque a través de ciertos altavoces mediáticos y algún cargo ajeno a la CAM, marcan distancia con los populismos de uno y otro lado defendiendo la postura de "Gobierno para todos"... Buena decisión.