El corazón actúa como una bomba que impulsa la sangre a nuestros órganos, tejidos y células. La sangre bombeada es la que nos suministra el oxígeno y los nutrientes necesarios para cada célula. Además, recoge el dióxido de carbono y las sustancias de desecho producidas por las mismas células.
Pero, si el flujo de sangre al corazón disminuye o se detiene, o si el ritmo de los latidos se altera, podría poner nuestra vida en peligro.
pues para hablarnos de esto y mucho más, esta ya en el estudio nuestro colaborador y amigo el cardiólogo Dr. Ricardo Reyes.