Leyendas del jazz en Japon: Chet Baker en Tokyo

Published: Oct. 16, 2017, 4:38 p.m.

b'www.radiojazznoend.com\\nLas grabaciones efectuadas por los jazzmen americanos en Jap\\xf3n durante las \\xfaltimas d\\xe9cadas, revisten unas excepcionales cualidades art\\xedsticas y t\\xe9cnicas que en Jazznoend, siempre nos han apasionado. Hace algunos meses, dedic\\xe1bamos a este tema un programa especial en el que recorr\\xedamos algunos de los m\\xe1s destacados registros efectuados en aquel pa\\xeds. Con este nuevo programa, Radio Jazznoend inicia una serie de emisiones en las que peri\\xf3dicamente os ofreceremos la oportunidad de asistir a algunas de esas grabaciones legendarias. Y como no pod\\xeda ser de otra manera, Chet Baker ser\\xe1 nuestro primer invitado. \\n\\nOcurri\\xf3 el d\\xeda 14 de junio de 1987. Pudo ser una noche m\\xe1s en ese viaje a ninguna parte del Chet Baker crepuscular, de los \\xfaltimos a\\xf1os de aquel icono de la tristeza y la desolaci\\xf3n. Pudo ser una noche m\\xe1s de desencanto y tedio, esperando impaciente el final del concierto, un nuevo pinchazo en sus castigadas venas, y despu\\xe9s a emprender de nuevo ese camino de la desesperaci\\xf3n hacia la siguiente parada en su descenso a los infiernos.\\n\\nPudo ser una noche m\\xe1s pero esta vez ocurri\\xf3 en Jap\\xf3n y como a menudo ha ocurrido en aquellas lejanas tierras, la magia se adue\\xf1\\xf3 de nuevo de la m\\xfasica de Chet, recuper\\xf3 por apenas unos instantes su significado, su inmenso lirismo. Fue un espejismo, una epifan\\xeda afortunadamente registrada en audio y v\\xeddeo.\\n\\nLa magia de Jap\\xf3n y la devoci\\xf3n de su p\\xfablico, obraron el milagro, aunque, desde una perspectiva m\\xe1s prosaica, el hecho de que las restrictivas leyes niponas, impidieran que Baker consumiera hero\\xedna durante la gira, contribuy\\xf3 sin duda, de una forma decisiva, a aquella moment\\xe1nea resurrecci\\xf3n. \\n\\nSolo unos meses separaban a Baker de aquella misteriosa muerte en un hotel de Bruselas, cuando aquel embrujo japon\\xe9s abri\\xf3 apenas, por unos instantes, una ventana que nos permiti\\xf3 vislumbrar, quiz\\xe1s por \\xfaltima vez, toda la belleza que albergaba su coraz\\xf3n atormentado. Os invitamos a disfrutar con nosotros de estos excepcionales momentos.'