Poema Boca de almibar de Hectoram en la voz de Edgar Augusto Loaiza Arteaga, El poeta del amor

Published: Jan. 19, 2021, 4:56 a.m.

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H\\xe9ctor Arredondo Mesa (Hectoram) naci\\xf3 en Quinchia (Risaralda). Desde ni\\xf1o se le identifico como un ser inquieto, inteligente y con gran capacidad de resolver las situaciones que se le presentaran.

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Su vida ha sido un constante peregrinaje, ha recorrido much\\xedsimas poblaciones llevando su arte, sus canciones y poes\\xeda. Su capacidad e inventiva han hecho de Hectoram un gran personaje. En Caldas (Antioquia) es conocido como un declamador de sus propios versos, que escribe con fluidez, y tambi\\xe9n los de otros autores, con los cuales cautiva a los oyentes, quienes le devuelven con aplausos y ovaciones sus presentaciones.

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Es reconocido en los c\\xedrculos art\\xedsticos y contratado para recitales en las festividades populares y en eventos culturales por su gran talento y autenticidad.

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Su memoria prodigiosa, su facilidad de improvisaci\\xf3n, su voz y la entonaci\\xf3n al recitar sus versos lo califican como un gran poeta y declamador.

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El anterior poema hace parte de su libro: Versos al viento, en el que le canta al amor y expresa sus sentimientos, sus alegr\\xedas y sus tristezas. Con ellas a sus lectores, porque su imaginaci\\xf3n y creatividad los llevara a sitios y a recuerdos que har\\xe1n vibrar los corazones.

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Pr\\xf3logo de Aura Echeverri Uribe

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POEMAS DESTACADOS DE HECTORAM

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BOCA DE ALM\\xcdBAR

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Quisiera ser golosina, para estar dentro de tu boca. Para contar uno a uno esos dientes que provocan.

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Esos dientes que son perlas de lo profundo del mar, los que adornan tu sonrisa cuando te quiero besar.

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Por eso cuando amanece y te veo sonre\\xedr mi pecho se vuelve loco, por ti se siente morir. Oye, mujer de mi vida, no se te vaya a olvidar, regalarme una sonrisa porque te quiero besar.

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Medell\\xedn

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Salve augusta ciudad de campeones, que nos legaste de la noble Espa\\xf1a, una sangre que hierve a borbotones y una fe con firmeza de monta\\xf1a.

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Eres como la aurora pregonera que va anunciando el despertar del d\\xeda, como estrella que sigue por la esfera engalanando la celeste v\\xeda.

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Eres como la reina de la noche: cuando sale cargada de luceros, para alumbrar desde el celeste coche el lento caminar de los viajeros  o como ese crep\\xfasculo que llega, cuando ya el sol en el conf\\xedn no arde, a traer la quietud sobre la vega y a ensalzar el encanto de la tarde.

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Eres como la gota de roc\\xedo, que brilla en la corola perfumada y que tiembla amorosa cuando el r\\xedo le regala su brisa perfumada.

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Pareces el arroyo cristalino que, aunque vaya arrastrado por el suelo, deja siempre a lo largo del camino copia fiel de las l\\xe1mparas del cielo.

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Eres canto de alondra en la ma\\xf1ana posada, sobre verdes olivares, y eres tambi\\xe9n cadencia gregoriana, por las noches, al pie de los altares.

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