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b'Juan Jos\\xe9 Arreola Z\\xfa\\xf1iga (1918-2001), naci\\xf3 en Zapotl\\xe1n el Grande, hoy Ciudad Guzm\\xe1n (Jalisco), \\u201cnac\\xed, como alguna vez lo dije, entre pollos, chivos, guajolotes, vacas, burros y caballos\\u201d; fue el cuarto de catorce hijos.\\nArreola es un escritor fundamental en la historia de la literatura mexicana, se trata de una figura imprescindible para el crecimiento y fortalecimiento de la cultura en M\\xe9xico por su trabajo en la formaci\\xf3n de la nueva generaci\\xf3n de escritores.\\nHablar de Arreola es hablar de un mundo de referencias literarias universales, es evocar la pasi\\xf3n por el lenguaje en su m\\xe1xima posibilidad expresiva, en su sonoridad y sus sentidos rec\\xf3nditos, es revivir el deleite por la forma, experimentar el placer del ingenio, la risa y la vitalidad; \\xe9l es memoria, es depositario de una larga tradici\\xf3n con la que juega, a la que recrea y enriquece.\\nSu obra, a pesar de no ser muy extensa, abarca una gran diversidad de g\\xe9neros: novela, prosa po\\xe9tica, cuento, teatro, estilizaci\\xf3n de textos ajenos, fragmentos. Sus escritos se han recogido en diferentes libros: Varia invenci\\xf3n (1949); Confabulario (1952); Bestiario, o Punta de Plata (unam, 1958); Confabulario total (1941-1961, aqu\\xed integra Bestiario, Confabulario y Varia invenci\\xf3n); La feria (1963, su \\xfanica novela); Palindroma (1971).\\nJuan Jos\\xe9 Arreola es capaz de inyectar veneno en sus p\\xe1ginas,\\xa0de ese que cura las intoxicaciones solemnes de falsos ap\\xf3stoles de la virtud mal entendida.\\nLa mitad de las piezas que componen este libro puede ser objetada; la otra mitad no. Dichas piezas esconden la posibilidad de ser le\\xeddas al rev\\xe9s o al derecho, porque Juan Jos\\xe9 Arreola escribe al derecho y al rev\\xe9s, sin rev\\xe9s ni derecho, como la botella de Klein. No obstante, los textos aqu\\xed reunidos est\\xe1n limpiamente soplados por un esp\\xedritu que parece mal\\xe9volo en la superficie y en el fondo resulta bueno. \\xbfHay en estas p\\xe1ginas veneno? S\\xed, pero veneno en broma, de ese que cura las intoxicaciones solemnes de falsos ap\\xf3stoles de la virtud mal entendida.\\nEntre el coro universal de voces graves y escandalosas, Arreola suena agudamente a verdad con su voz de falsete; due\\xf1o de un estilo, no le importa ofrecer aqu\\xed las posibilidades extremas de su tentativa de escritor imposible. Sus alardes verbales de jugador perdido son llaves maestras que encajan en todas las cerraduras.'