Nada mas que libros - Moby Dick - Herman Melville

Published: April 14, 2021, 11:09 p.m.

b'“Llamadme Ismael. Hace unos a\\xf1os – no importa cuanto hace exactamente – teniendo poco o ning\\xfan dinero en mi bolsa y nada de particular que me interesara en tierra, pens\\xe9 que me ir\\xeda a navegar un poco por ah\\xed, para ver la parte acu\\xe1tica del mundo. Es un modo de echar fuera la melancol\\xeda y arreglar la circulaci\\xf3n.” \\n\\nFragmento de Moby Dick, de Herman Melville.\\n\\nHerman Melville, hijo de un comerciante importador, naci\\xf3 en 1.819 en Nueva York. Comenz\\xf3 su vida laboral en el \\xfaltimo negocio de su padre, y luego ense\\xf1\\xf3 en escuelas locales, trabaj\\xf3 en la granja de su t\\xedo y fue empleado de banca. A los veinte a\\xf1os se enrol\\xf3 como grumete en un barco mercante que iba a Liverpool. En 1.841 trabaj\\xf3 a bordo del “Acushnet”, un barco ballenero. Luego vivi\\xf3 en las islas Marquesas, en el Pac\\xedfico Sur, lo que inspir\\xf3 su primera novela, “Taipi”. Posteriormente sirvi\\xf3 en m\\xe1s balleneros y en una fragata de Estados Unidos. La mariner\\xeda le proporcion\\xf3 material para escribir “Moby Dick”, y Melville pens\\xf3 que sacar\\xeda provecho del inter\\xe9s popular por las aventuras marinas. Pero, para cuando se public\\xf3, en 1.851, el gusto del p\\xfablico se hab\\xeda desplazado hacia las novelas del Oeste, y el libro no tuvo un gran \\xe9xito en vida del autor. Herman Melville muri\\xf3 de un ataque al coraz\\xf3n en 1.891.\\n \\nEntre principios y mediados del siglo XIX se desarrollaron en EEUU dos ramas del romanticismo. Una, representada por Ralph Waldo Emerson y Henry David Thoreau, fue el trascendentalismo, un movimiento idealista centrado en la creencia en el alma, o luz interior, y en la bondad innata del hombre y la naturaleza. La otra fue el llamado romanticismo oscuro, que adopt\\xf3 una visi\\xf3n menos optimista de la naturaleza humana, en una reacci\\xf3n contra el idealismo y autores como Edgar Allan Poe, Nathaniel Hawthorne y Herman Melville, exploraron un ser humano propenso al pecado y la autodestrucci\\xf3n. Ambas tendencias reconoc\\xedan una energ\\xeda espiritual en la naturaleza, pero si los idealistas la ve\\xedan como un canal mediador entre Dios y la humanidad, los rom\\xe1nticos oscuros eran menos optimistas respecto a la perfecci\\xf3n del ser humano. Percib\\xedan la naturaleza como manifestaci\\xf3n de verdades oscuras y misteriosas que el hombre enfrentaba por su cuenta y riesgo. Con el mismo esp\\xedritu pesimista, consideraban ut\\xf3picos los intentos de reforma social. En su obra de las d\\xe9cadas de 1.830 y 1.840, los exponentes del romanticismo oscuro retrataron a menudo a individuos que fracasaban en sus intentos de suscitar un cambio positivo. Atra\\xeddos por el horror, lo sobrenatural y lo macabro, as\\xed como por el sufrimiento y la tragedia, les fascinaban la propensi\\xf3n humana al mal y las consecuencias psicol\\xf3gicas del pecado, la culpa, la venganza y la locura. Tales elementos, tambi\\xe9n presentes en la literatura g\\xf3tica, preparar\\xedan el terreno para la literatura de terror moderna. Como las verdades de los rom\\xe1nticos oscuros pretend\\xedan revelar eran primitivas e irracionales, recurrieron al uso del simbolismo: una forma de expresi\\xf3n que soslaya la pura raz\\xf3n. Edgar Allan Poe escribi\\xf3 relatos y poemas que presentan t\\xe9tricos motivos como personas enterradas vivas, mansiones decadentes o un cuervo que atormenta psicol\\xf3gicamente al poeta. Nathaniel Hawthorne, que encontr\\xf3 sus propias pesadillas en la hipocres\\xeda del puritanismo, escribi\\xf3 sobre la verg\\xfcenza y el pecado oculto.\\n\\nRica en lenguaje, peripecias, personajes y simbolismo, y exhibiendo un extraordinario grado de conocimientos sobre el tema mar\\xedtimo, “Moby Dick” es la primera gran epopeya novelesca estadounidense, y una obra impulsada por una intensa ambici\\xf3n literaria; desde su famosa frase inicial (“Llamadme Ismael”), la novela arrastra al lector a seguir la b\\xfasqueda del narrador para descubrir un sentido en el . La b\\xfasqueda de Ismael va emparejada a la obsesiva y finalmente tr\\xe1gica aventura dirigida por Ahab, el capit\\xe1n del ballenero “Pequod”, que surca los mares en busca del gigantesco cachalote albino conocido como Moby Dick, que le amput\\xf3 una pierna por debajo de la rodilla. Ahab, un “espl\\xe9ndido hombre imp\\xedo, semejante a un Dios”, que ronda por la cubierta con su pr\\xf3tesis hecha de hueso de ballena, emana un carisma sat\\xe1nico. A un profundo nivel psicol\\xf3gico, est\\xe1 inmerso en una batalla con Dios, la presencia inefable detr\\xe1s de Moby Dick, “la m\\xe1scara que no razona”: en la visi\\xf3n del mundo de Ahab todos los objetos representan algo desconocido, inescrutable y maligno. Al atacar a la ballena, ataca a Dios, o a ese agente desconocido. La historia de su obsesi\\xf3n, tal como la relata la novela, es tambi\\xe9n una indagaci\\xf3n en el sentido de la vida y de la muerte, con atisbos sobre cuestiones como la religi\\xf3n y la locura. La violenta ans\\xeda de venganza de Ahab solo se ve atemperada, hacia el final, por sus tiernos sentimientos hacia el joven marinero negro Pip, as\\xed como por un breve interludio de nostalgia, cuando deja caer una \\xfanica lagrima al mar mientras habla con el primer oficial, Starbuck, de sus cuatenta a\\xf1os de soledad oce\\xe1nica y piensa en su esposa (“hice enviudar a esa pobre muchacha cuando me cas\\xe9 con ella”, dice) y su hijo. Pero estas lamentaciones son arrolladas por su sed de venganza, saturada de odio.\\n\\nEl “Pequod”, empezando por su mismo nombre, tiene resonancias aleg\\xf3ricas: los pequod fueron una tribu nativa americana casi exterminada por los colonos puritanos brit\\xe1nicos en el siglo XVII. Hay, pues, una alusi\\xf3n a la ruina de una civilizaci\\xf3n provocada por el insaciable af\\xe1n de progreso material, la expansi\\xf3n imperialista, la supremac\\xeda blanca y la explotaci\\xf3n de la naturaleza. El barco puede verse como una alegor\\xeda del mundo, y de Estados Unidos en particular; y, dado que la obsesi\\xf3n de Ahab contagia a todo el barco, toda una sociedad est\\xe1 implicada. La tripulaci\\xf3n es una mezcla de razas y credos, lo que refleja la universalidad de la visi\\xf3n de Melville. Los tripulantes trabajan juntos y son mutuamente dependientes. La libertad de movimientos y comunicaci\\xf3n tiene unos l\\xedmites jer\\xe1rquicos de estatus y mando. Esta diversa sociedad flotante est\\xe1 lejos de ser democr\\xe1tica: las distinciones sociales y raciales contribuyen a la desigualdad, y todos a bordo se doblegan a la mano de hierro de Ahab. La diversidad de pensamientos y sentimientos experimentada por la tripulaci\\xf3n del ballenero constituye un dram\\xe1tico contrapunto a la monol\\xedtica energ\\xeda de la ballena que est\\xe1 decidido a encontrar y matar. El barco es, adem\\xe1s de un nav\\xedo perseguidor, una f\\xe1brica flotante, y Melville era totalmente consciente del paralelismo que los lectores ver\\xedan entre la nave y el capitalismo de Estados Unidos, la era industrial y la econom\\xeda de mercado. “Moby Dick” es el relato \\xe9pico de una aspiraci\\xf3n blasfema, y utiliza referencias b\\xedblicas para a\\xf1adir significado a su historia. Sus dos protagonistas, Ismael y Ahab, reciben nombres b\\xedblicos. En el G\\xe9nesis, Ismael, hijo ileg\\xedtimo del patriarca Abraham, es expulsado a favor del leg\\xedtimo, Isaac. Al dar este nombre a su narrador, el autor subraya el hecho de que Ismael es un vagabundo y un marginado; su inexperiencia en la caza de ballenas impide que la tripulaci\\xf3n lo acepte sin reservas. Ahab, cuya historia se recoge en 1 Reyes, es un rey que codicia un vi\\xf1edo y lo obtiene mediante un enga\\xf1o, y por ello es condenado a un final ignominioso. Su hom\\xf3nimo, sigue un patr\\xf3n similar en la novela, al obtener el \\xe9xito de una forma que sella su propia perdici\\xf3n. Melville, preocupado por las maquinaciones de la suerte y el destino, usa la profec\\xeda para crear una sensaci\\xf3n ominosa. Antes de que Ismael se enrole en el Pequod, un personaje llamalo El\\xedas (otra referencia b\\xedblica) predice un incierto destino para la nave. M\\xe1s tarde, una profec\\xeda del arponero Fefallah presagia las etapas finales del curso de la narraci\\xf3n, al decir que el capit\\xe1n no morir\\xe1 antes de haber visto dos coches f\\xfanebres: uno no fabricado por manos mortales y otro de madera crecida en Am\\xe9rica, lo cual Ahab interpreta como que sobrevivir\\xe1 a la traves\\xeda. \\n\\nCuando conoce al arponero Queequeg, Ismael piensa \\xe1speramente: “mejor dormir con un can\\xedbal sobrio que con un cristiano borracho”. Este descr\\xe9dito de la ortodoxia cristiana, y de la religi\\xf3n en general, es una idea que recorre la novela. En una escena que recuerda a una misa sacr\\xedlega, Ahab re\\xfane a la tripulaci\\xf3n en la cubierta y hace que los tres arponeros beban de los calces huecos de sus arpones; los llama sus cardenales, y a los cuencos en que beben, c\\xe1lices, y los exhorta a jurar muerte a Moby Dick. M\\xe1s adelante bautiza burlonamente en lat\\xedn la punta ungida con sangre del arp\\xf3n que utilizar\\xe1 para ensartar a la ballena diciendo: “ No te bautizo en el nombre del padre, sino en nombre del diablo”. El propio barco, pintado de negro y festoneado con inmensos dientes y huesos de cachalotes, evoca la nave f\\xfanebre de alguna oscura religi\\xf3n tribal. Melville lo describe como “un nav\\xedo can\\xedbal, que se adornaba con los huesos de sus enemigos capturados”. Por la noche, los fuegos usados para fundir la grasa de ballena lo convert\\xedan en un rojo infierno. De este modo, incluso el escenario de la novela adquiere la nota demon\\xedaca que tan a menudo resuena en la acci\\xf3n y los di\\xe1logos. “Moby Dick” presenta recursos literarios que con frecuencia se asocian m\\xe1s al teatro que a la novela, entre otros el soliloquio o sea un discurso en que el personaje comparte sus pensamientos directamente con la audiencia, la acotaci\\xf3n e incluso, en el cap\\xedtulo 40 (Medianoche, el castillo), una breve teatralizaci\\xf3n. Asimismo, para describir la ambici\\xf3n autodestructiva, Melville se inspir\\xf3 en el h\\xe9roe tr\\xe1gico isabelino: Ahab tiene reminiscencias de Macbeth y el rey Lear en su despiadada irracionalidad, y de Hamlet en su \\xedmpetu vengativo. En un ensayo de 1.850, Melville alud\\xeda a su admiraci\\xf3n por los asuntos profundos y remotos en Shakespeare y por las verdades vitales expresadas por sus personajes oscuros. En “Moby Dick”, el autor utiliz\\xf3 expl\\xedcitamente recursos shakesperianos, desde los soliloquios ya mencionados (usados con enorme fuerza por Shakespeare), pasando por un lenguaje elevado e intenso, hasta una prosa que en realidad tiene la cadencia del verso libre. Para el lenguaje de su novela, Melville tambi\\xe9n extrajo inspiraci\\xf3n de “El Para\\xedso perdido”, el gran poema \\xe9pico de John Milton. \\n\\nEl uso de diversos elementos del teatro y la poes\\xeda, unido a la pura originalidad que hace de “Moby Dick” un hito en la narrativa, se ve compensado por los pr\\xe9stamos de otro g\\xe9nero literario: la enciclopedia. A medida que la intriga de la historia aumenta a trav\\xe9s de una serie de cazas de ballenas de dramatismo creciente, el impulso es deliberadamente congelado, a intervalos estrat\\xe9gicos, por cap\\xedtulos que ofrecen un caudal de informaci\\xf3n antropol\\xf3gica y zool\\xf3gica, y todo tipo de datos sobre las ballenas y su caza. Este prodigioso despliegue de conocimientos parece adecuado a la experiencia autodidacta de Melville: “yo he nadado a trav\\xe9s de bibliotecas”, declara Ismael; y Melville hizo lo mismo, absorbiendo monta\\xf1as de conocimiento a trav\\xe9s de sus propias lecturas, a menudo mientras estaba en el mar. Los elementos de dramatismo shakesperiano y el contenido f\\xe1ctico otorgan a la novela dos de sus rasgos pros\\xedsticos caracter\\xedsticos, equilibrados por un tercero: la sencillez conversacional. Este estilo aparece ya en la segunda frase de Ismael ( “Hace uno a\\xf1os...”) y reaparece con frecuencia en medio de una prosa de elaborada solemnidad y exclamaci\\xf3n teatral. G\\xe9neros y estilos se mezclan para obtener un poderoso efecto. As\\xed, “Moby Dick” tiene una profundidad enciclop\\xe9dica y acoge un amplio abanico de estilos literarios; tal vez podr\\xeda describirse como un drama psicol\\xf3gico concebido a una escala oce\\xe1nica. Con sus consideraciones sobre el bien y el mal en un cosmos indiferente, y su materializaci\\xf3n de un detallado mundo social, esta monumental epopeya de fanatismo impregnada de una visi\\xf3n tr\\xe1gica, estableci\\xf3 un nuevo punto de referencia para la ambici\\xf3n narrativa.'