Nada mas que libros - El realismo magico

Published: June 2, 2021, 10:34 p.m.

b'“Sin embargo, antes de llegar al verso final ya hab\\xeda comprendido que no saldr\\xeda jam\\xe1s de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) ser\\xeda arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre porque las estirpes condenadas a cien a\\xf1os de soledad no ten\\xedan una segunda oportunidad sobre la tierra.”\\n\\nFragmento final de “Cien a\\xf1os de soledad” de Gabriel Garc\\xeda M\\xe1rquez.\\n\\nEl t\\xe9rmino fue acu\\xf1ado en 1.925 por el cr\\xedtico de arte alem\\xe1n Franz Roh para caracterizar la pintura post-expresionista alemana de 1.918-1.925, aunque el t\\xe9rmino fue pronto sustituido por el de . El Realismo M\\xe1gico surgi\\xf3 tras la I Guerra Mundial, en el periodo \\xe1lgido de las vanguardias de entreguerras, como reacci\\xf3n al cansancio que un grupo de artistas sent\\xeda del exceso de experimentaci\\xf3n, de formalismo, de abstracci\\xf3n y, en definitiva, de deshumanizaci\\xf3n de las primeras vanguardias: Futurismo, Cubismo, Dadaismo, etc. Parece ser que fue el italiano Massimo Bontempelli el que poco despu\\xe9s empez\\xf3 a difundir el t\\xe9rmino de Realismo M\\xe1gico, aplic\\xe1ndolo a la literatura. Se trata por tanto, de un t\\xe9rmino surgido primero en las artes pl\\xe1sticas y luego en la literatura en el primer tercio del siglo XX para referirse a creaciones que mezclan realidad y fantas\\xeda de modo natural. Es decir: el realismo m\\xe1gico se caracteriza por la invasi\\xf3n en la realidad de una acci\\xf3n fant\\xe1stica descrita de un modo realista, ya que se muestra lo irreal y extra\\xf1o como algo cotidiano y com\\xfan, y, por contra, a veces se presenta lo com\\xfan como algo maravilloso. En literatura este t\\xe9rmino se ha aplicado a una serie de obras y autores hispanoamericanos fundamentalmente de los a\\xf1os 50, 60 y 70 del pasado siglo.\\n \\nSe ha discutido sobre si existe diferencia entre los t\\xe9rminos “realismo m\\xe1gico”, “realismo maravilloso”, “realismo fant\\xe1stico” y “lo real maravilloso”, aunque podemos considerar estos como sin\\xf3nimos es conveniente hacer algunas matizaciones. El realismo m\\xe1gico muestra lo irreal o extra\\xf1o como algo cotidiano y com\\xfan. Para ello se vale de los elementos culturales, folcl\\xf3ricos y m\\xedticos de las culturas nativas o ind\\xedgenas de Am\\xe9rica Latina para alterar la realidad a trav\\xe9s del mito. Dos de los principales exponentes del realismo m\\xe1gico son el colombiano Garc\\xeda M\\xe1rquez y el mexicano Juan Rulfo. En el “realismo fant\\xe1stico”, en cambio, el peso de lo sobrenatural es mayor y la influencia m\\xedtico-ind\\xedgena, menor. Esta tendencia es caracter\\xedstica, sobre todo, de escritores del Cono Sur, especialmente los argentinos Borges, Cort\\xe1zar y S\\xe1bato. El escritor cubano Alejo Carpentier, utilizaba para referirse a su estilo el t\\xe9rmino “lo real maravilloso”, que podr\\xedamos describir como la b\\xfasqueda de propiedades m\\xe1gicas dentro de la realidad misma. En sus propias palabras: ”Lo maravilloso comienza a serlo de manera inequ\\xedvoca cuando surge de una inesperada alteraci\\xf3n de la realidad”. Carpentier se refiere al ambiente m\\xe1gico, ancestral, supersticioso y colorista atestiguado por cualquier visitante que haya asistido a determinadas ceremonias o lugares emblem\\xe1ticos del folclore de algunos pa\\xedses del centro y del sur del subcontinente. Lo “real maravilloso”, por tanto es la transcripci\\xf3n literaria de ese ambiente m\\xe1gico arraigado en las culturas ind\\xedgenas de origen africano. Este t\\xe9rmino pronto se confundi\\xf3 con el de “realismo m\\xe1gico”. No obstante, los autores asociados a “lo real maravilloso”, como el mismo Carpentier y el guatemalteco Miguel Angel Asturias, se caracterizan por un estilo neo-barroco, es decir, ampuloso, complejo y muy adornado.\\n\\nSe conoce como al fen\\xf3meno editorial que puso de moda en la \\xe9poca de los sesenta a los narradores hispanoamericanos. A comienzos de esa d\\xe9cada, un grupo de j\\xf3venes escritores latinoamericanos, algunos de ellos instalados en ciudades europeas, obtuvieron una inesperada difusi\\xf3n internacional y un s\\xfabito \\xe9xito comercial, sobre todo por la labor de editoriales espa\\xf1olas y francesas. De repente los autores de esa zona se pusieron de moda, saltaron el charco y conquistaron a una nueva generaci\\xf3n de lectores, muchos de ellos j\\xf3venes universitarios contraculturales que le\\xedan a Sartre y estaban fascinados por la revoluci\\xf3n cubana y el Che Guevara. No existe acuerdo de cual fue el comienzo de este fen\\xf3meno, pero sin duda una de las obras pioneras es la opera prima del mejicano Carlos Fuentes “La regi\\xf3n m\\xe1s transparente” de 1.958. Algunos afirman que la obra fundacional fue “Rayuela” del argentino Julio Cort\\xe1zar de 1.963; otros proponen a “La ciudad y los perros” del peruano Mario Vargas Llosa de 1.962; incluso hay qui\\xe9n retrotrae el origen del fen\\xf3meno a novelas de los a\\xf1os cuarenta. No todos los cr\\xedticos aceptan esta etiqueta para designar un movimiento literario dotado de unidad, pues la variedad de los autores y de obras lo dificulta. Adem\\xe1s, conviene tener en cuenta que el Boom no es un concepto generacional, pues bajo esta etiqueta conviven escritores de diferentes generaciones y procedencias. Algunos esgrimen, y no les falta raz\\xf3n para ello, que no es un fen\\xf3meno puramente literario, sino editorial, es decir, comercial, caracterizado por el \\xe9xito r\\xe1pido e inesperado de un grupo de escritores, que contaron con el decisivo apoyo y difusi\\xf3n de algunas editoriales. Tampoco hay acuerdo en establecer la n\\xf3mina de integrantes del Boom. A pesar de tomar con cautela el t\\xe9rmino y advertir que el panorama literario de Hispanoam\\xe9rica, formado por muchos pa\\xedses de todo un subcontinente, unidos por una lengua com\\xfan, es mucho m\\xe1s rico y diverso, creo que el concepto del Boom sigue siendo v\\xe1lido, ya que tiene varias d\\xe9cadas de recorrido y fue respaldado por uno de sus integrantes, el chileno Jos\\xe9 Donoso, en su “Historia personal del Boom” de 1.972. \\n\\nUna de las consecuencias del Boom es que actu\\xf3 como un foco de atracci\\xf3n que sirvi\\xf3 para dar a conocer a otros escritores latinoamericanos que ya hab\\xedan iniciado la renovaci\\xf3n a\\xf1os antes, sobre todo los vinculados con el Realismo M\\xe1gico, o que son coet\\xe1neos pero no suelen entrar en las listas de los c\\xe9lebres autores del Boom. Nos referimos al guatemalteco Miguel \\xc1ngel Asturias, a los cubanos Alejo Carpentier, Guillermo Cabrera Infante y Jos\\xe9 Lezama Lima, los mejicanos Juan Jos\\xe9 Arreola, Juan Rulfo, Sergio Pitol y Fernando del Paso, el paraguayo Augusto Roa Bastos, los argentinos Manuel Mujica La\\xednez, Ernesto S\\xe1bato, Jorge Luis Borges, el venezolano Arturo Uslar Pietri, el colombiano \\xc1lvaro Mutis y el uruguayo Mario Benedetti entre otros.\\n\\nCarlos Fuentes abri\\xf3 el camino con la compleja “La regi\\xf3n m\\xe1s transparente” de 1.958, a la que siguieron otras obras audaces como “La muerte de Artemio Cruz” de 1.962, que empieza con un ca\\xf3tico mon\\xf3logo interior o “Cambio de piel” de 1.967. Cort\\xe1zar es autor de una de las obras m\\xe1s originales de la d\\xe9cada, “Rayuela”, y uno de los mejores cuentistas en lengua espa\\xf1ola del siglo XX, heredero de Poe y Kafka, autor de relatos fant\\xe1sticos e inquietantes. Gabriel Garc\\xeda M\\xe1rquez firm\\xf3 la obra maestra indiscutible del Realismo M\\xe1gico, “Cien a\\xf1os de soledad”, y Jos\\xe9 Donoso ser\\xe1 recordado, adem\\xe1s de por haber popularizado la etiqueta en su ensayo antes citado, por una de las mejores novelas en espa\\xf1ol del siglo XX en palabras del influyente cr\\xedtico Harold Bloom: “El obsceno p\\xe1jaro de la noche” de 1.970. Mario Vargas Llosa tambi\\xe9n aplic\\xf3 t\\xe9cnicas novedosas, como escenarios y narradores m\\xfaltiples, saltos en el tiempo, mon\\xf3logo interior, etc. en “La ciudad y los perros” de 1.962, y escribi\\xf3 su mejor obra, “Conversaciones en la catedral” de 1.969, en la que aun\\xf3 de manera perfecta construcci\\xf3n formal con una trama centrada en la corrupci\\xf3n pol\\xedtica. \\n\\nComo hemos dicho Miguel \\xc1ngel Asturias fue uno de los precursores de este grupo de narradores y uno de los primeros en utilizar el t\\xe9rmino . Est\\xe1 presente en “El se\\xf1or presidente” de 1.948, una obra que inaugura (con permiso del “Tirano Banderas” de Ram\\xf3n del Valle-Incl\\xe1n de 1.926) el subg\\xe9nero t\\xedpicamente sudamericano de la “novela del dictador”, que tiene otras interesantes manifestaciones en “Yo el supremo” de 1.974 de Augusto Roa Bastos, “El recurso del m\\xe9todo” de 1.974 de Alejo Carpentier, “El oto\\xf1o del patriarca” de 1.975 y “El general en su laberinto” de 1.989 de Garc\\xeda M\\xe1rquez y “La fiesta del chivo” del 2000 de Vargas Llosa. Junto a Carpentier y Asturias, otro de los pioneros de movimiento fue el mexicano Juan Rulfo, que con s\\xf3lo dos obras, el libro de relatos “El llano en llamas” de 1.953 y la novela “Pedro P\\xe1ramo” de 1.955, es considerado como uno de los mejores escritores latinoamericanos del siglo XX. El cubano Jos\\xe9 Lezama Lima representa junto al citado Carpentier, lo que se ha denominado , una est\\xe9tica caracterizada por la exuberancia verbal y la complejidad, cuya obra cumbre es “Paradiso” de 1.966. Ernesto S\\xe1bato fue tambi\\xe9n uno de los primeros renovadores de la narrativa hispanoamericana con su primera obra, “El t\\xfanel” de 1.948, una novela negra existencialista que mereci\\xf3 los elogios de Thomas Mann o Albert Camus. Ya en los sesenta escribi\\xf3 la que para muchos es su obra maestra “Sobre h\\xe9roes y tumbas” de 1.961. Acabaremos este peque\\xf1o repaso con el argentino Jorge Luis Borges, un intelectual clave en la difusi\\xf3n de las tendencias innovadoras de la literatura hispana de ese siglo desde su revista “Proa”; poeta ultra\\xedsta, lector incansable y, posiblemente, el mejor autor de relatos cortos del siglo, creador de piezas clave como “Ficciones” de 1.944 o “El Aleph” de 1.949; cuentos inteligentes e inquietantes, parad\\xf3jicos e imaginativos. No cabe ninguna duda que todos estos autores fueron los creadores de una literatura nueva, original y m\\xe1gica y colocaron en el mundo una realidad antes casi ignorada: la maravilla del universo vital de todo un continente.'