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Las olas de calor son (y ser\\xe1n) cada vez m\\xe1s frecuentes, largas e intensas. Y pr\\xe1cticamente todos los expertos coinciden en que la causa principal es el cambio clim\\xe1tico: el aumento descontrolado de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atm\\xf3sfera fruto de la actividad humana, exacerbado por los cambios en la circulaci\\xf3n atmosf\\xe9rica en Europa, los suelos resecos y el aumento de las temperaturas en el mar. No se podr\\xeda entender tanta frecuencia y tantos r\\xe9cords de temperatura cada verano si no estuviera el cambio clim\\xe1tico detr\\xe1s. Estamos experimentando un calor sin precedentes para el ser humano. De hecho, el 2023 puede ser al final el a\\xf1o m\\xe1s caluroso jam\\xe1s registrado. Otro factor que confluye este a\\xf1o es el de la sequ\\xeda prolongada, ya que los suelos h\\xfamedos sirven para amortiguar el calor extremo, pero cuando se secan se evapora menos de agua desde las plantas o los suelos, y esa energ\\xeda pasa a a calentar el aire. El fen\\xf3meno de las islas de calor se ha agudizado tambi\\xe9n este verano, con m\\xednimas de 25 grados por la noche en algunas de nuestras ciudades. Mientras sigamos quemando combustibles f\\xf3siles, las temperaturas van a seguir aumentando. Pero no estamos ante el colapso del clima, sino que a\\xfan estamos a tiempo para actuar y llegar a la meta de emisiones cero. Hoy, en Hora Verde, analizamos la situaci\\xf3n de la que m\\xe1s hablamos en estos d\\xedas, el calor, con Rub\\xe9n del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorolog\\xeda (AEMET).

M\\xfasica: Kevin MacLeod