Los últimos satélites Galileo de Europa en el espacio se han unido a la constelación operativa, transmitiendo señales de navegación a tres mil millones de usuarios en todo el planeta Tierra y retransmitiendo llamadas de socorro a los rescatistas. Su entrada en servicio sigue a una campaña de prueba de verano y dará como resultado un aumento medible en la precisión de posicionamiento y un mejor rendimiento de entrega de datos del sistema Galileo en general.