Un profesor de secundaria se ha atrevido impartir enseñanzas a sus alumnos absolutamente heréticas. Se ha atrevido a dudar de algunos de los postulados claves del dogrma fundamental que da cuenta del origen y evolución de las especies: el neodarwinismo. Rapidamente se organiza un juicio popular. Está en juego mucho más que la culpabilidad de un profesor de secundaria. Está en juego la establidad de uno de los pilares de nuestro conocimiento de la naturaleza.